De acuerdo con informes de la ONU, Peter Cirimwami, gobernador militar de Kivu Norte, una de las provincias más afectadas por los ataques del grupo armado del M23, habría sido asesinado por los rebeldes.
Bahala Shamavu, un sindicalista local, señaló a la BBC que Goma, la capital de Kivu Norte, «está asfixiada, no hay más entradas, no hay más salidas… esta población está sufriendo enormemente«.
La escalada de violencia entre el ejército de la República Democrática del Congo (RDC), y los rebeldes del Movimiento 23 de marzo (M23), apoyados por Ruanda, ha intensificado la crisis humanitaria en el país desde inicios de 2025. El grupo armado ha incrementado su control del territorio y ha tomado importantes localidades del este de la RDC.
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, ha señalado el peligro que supone que el conflicto se transforme en una contienda regional más extendida; es por ello que ha exigido a todos los actores involucrados que «respeten la soberanía y la integridad territorial de la República Democrática del Congo y pongan fin a todas las formas de apoyo a los grupos armados”
Fuente: The Star
[Traducción y edición, Julia Vicente]
[CIDAF-UCM]