El M23, un grupo armado rebelde de la República Democrática del Congo (RDC), habría conseguido extraer “al menos 500 kilogramos de bullion [metales preciosos a granel] desde mayo, (…) con los precios actuales, el oro robado alcanza los 70 millones de dólares”. Este oro se encontraba en la mina de Twangiza, una mina de oro a cielo abierto que comenzó a operar en 2012 en la provincia de Kivu Sur, una provincia de la RDC. La zona de Twangiza fue conquistada por el M23 durante la ofensiva de este año, acción que le ha permitido la toma de grandes extensiones de terreno en el este del país.
Los directores de la mina consideran que han sido ayudados por los propios trabajadores de la mina, “con su ayuda, han transportado lotes de más de 50 kg. de oro en periodos cortos de tiempo” y los han transportado en túneles subterráneos, a este paso se habrían perdido hasta 100 kg. de oro al mes desde la toma por el grupo rebelde.
La compañía tiene pensado “enviar una queja formal con arbitraje internacional y autoridades congoleñas”, así como a cualquier herramienta a la que pueda acudir para detener su pérdida de beneficios. Además, esto ha ocasionado también el desplazamiento de numerosos congoleños que huyen de las zonas de guerra, así como la destrucción de infraestructuras en el país.
A nivel de fuerzas internacionales, Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, negoció un tratado de paz entre Congo y Ruanda en junio, “como parte de un esfuerzo por estabilizar el este del Congo y atraer inversiones mineras occidentales” de las que puede beneficiarse. Sin embargo, el acuerdo parece no haberse implementado, mientras Ruanda sigue negando que esté detrás del M23, algo reconocido internacionalmente.
Fuentes: Reuters – Qiraat Africa
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