“El Lince” semanario satírico de Guinea Conakry, por Antonio Molina

12/03/2014 | Bitácora africana

La prensa escrita es poco abundante en África. No por falta de títulos, sino por lo corto de las tiradas, ya que los pocos posibles lectores lo tienen difícil por varios motivos: el principal es económico. Comprar un periódico, para muchos supondría sacrificar el desayuno, también entran en juego la dificultad de distribución fuera de los centros urbanos importantes y no olvidemos el alto índice de analfabetismo entre las personas mayores.

¿QUIÉN ES EL PADRE DE “EL LINCE”?

En 1990, Solimán Dial-lo regresa del exilio en Costa de Marfil a su patria, Guinea Conakry, de donde tuvo que huir durante el régimen de Seku Turé. Allí trabajó en el periódico oficial del Gobierno “FRATERNITÉ MATIN”. Vuelve con un plan en mente: Lanzar el primer semanario satírico de Guinea. Reúne un pequeño grupo de amigos y manos a la obra. Entonces la prensa privada independiente casi no existía.

Tres periodistas, todos retornados del exilio, creen en el proyecto, se les añade el caricaturista Yusuf Ben Barry, alias Oscar y el escritor Wil-liams Sassine (fallecido en 1997). Los que se enteraban del proyecto se reían de ellos y les auguraban un rotundo fracaso por falta de lectores.

NACIMIENTO DE “LE LINX”

El 7 de febrero de 1992 aparece el primer número. Explica Solimán que el nombre de “El Lince” hace referencia a la vista penetrante de ese animal. Este nº se editó a 3.000 ejemplares, de los que sólo se vendieron 500, el resto fue distribuido gratis como propaganda. El capital fundacional daba para asegurar la publicación del semanario durante seis meses. Nadie cobraba salario, hasta no tener dinero suficiente en caja.

VIDA AZAROSA

El director del semanario se acostumbra pronto a visitar los tribunales. Una vez es acusado de “ofensas al Jefe del Estado”, otra de “falsificación de documentos”, a continuación de “difamación”, etc…etc… Durante el gobierno de Lansana Conté (1984 – 2008) Solimán sufre la prisión dos veces. El general presidente era el blanco de las críticas del semanario. En una conferencia de prensa, Conté declarara que él no tenía miedo de las críticas. “El LINCE” retoma la frase, añadiéndole una cita del periodista británico Arthur Koesteler: “A la historia le importa un bledo si Vd. se muerde las uñas.”


CRECIMIENTO

Con sus irreverencias y chacotas “EL LINCE” ha llegado a ser una institución nacional. Ha recibido varios premios internacionales, como el de Prensa y Democracia en el Festival de los Medios Norte-Sur de Ginebra en 2009. En Francia ha sido objeto de estudio para tres tesis universitarias. Hoy trabajan en el grupo 75 personas. En 1996, se creó un semanario de Información General (serio), cuyo nombre de cabecera es “LA LANZA”. El semanario satírico tiene ahora una tirada semanal de entre 5.000 a 7.000 copias. La última creación del grupo fue RADIO “LINCE” FM (2012).

CÓMO SE IDENTIFICA EL SEMANARIO

Solimán declara: “Nosotros lo mismo criticamos al Gobierno que a la oposición. Pretendemos guardar nuestra independencia: No nos vendemos a nadie. Algunos dicen que somos de la oposición. De acuerdo, pero no somos la oposición.”

Todos los políticos africanos tienen correspondiente MOTE, casi siempre formado con juegos de palabras de sus apellidos y las lenguas locales, casi imposible de traducir. Nadie escapa, ni Laurent Gbagbo de Costa de Marfil, ni Eyadema Ñasigé de Togo, ni Idris Deby de Chad, ni el ex presidente de Senegal, Wade…

CONCLUSIÓN

Deseamos larga vida al LINCE y ojalá en los demás países africanos vaya surgiendo esta prensa satírico-humorística, que ejerza una crítica mordaz y constructiva, pero con humor. Será señal evidente de que la democracia empieza a estar presente en esas sociedades, que saben reírse de si mismas y cuyos gobernantes soportan sin enfado dictatorial los aguijonazos de las “moscas cojoneras” de sus pueblos.

Autor

  • Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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