Apenas una semana antes de las elecciones, Tundu Lissu, líder de la oposición, ha sido citado ante los tribunales acusado de traición en Dar es Salaam, capital de Tanzania. Lissu fue arrestado bajo esta acusación en abril, tras un discurso en el que se le culpa de haber animado al público a rebelarse, cuestionar la legitimidad del proceso electoral y boicotearlo.
Lissu, líder del Partido de la Democracia y el Desarrollo (Chadema), quedó segundo en las elecciones presidenciales de 2020. En esta ocasión, se le ha prohibido la participación en las próximas elecciones después de que su partido no firmase el documento de código de conducta. Además, su participación en solitario también ha sido rechazada. Por lo tanto, Lissu declaró que piensa boicotear las elecciones mientras no se lleven a cabo reformas significativas, pues denuncia que el proceso electoral está pensado para favorecer al Partido de la Revolución Chama Cha Mapinduzi (CCM), liderado por la actual presidenta del país, Samia Suluhu Hassan. Pese a las políticas aperturistas de la presidenta tras llegar al poder, tras la muerte de su predecesor John Magufuli, del que era vicepresidenta, el país ha tenido después una preocupante deriva de restricciones de derechos y libertades.
Al comienzo del juicio, Lissu declaró que algunos de sus seguidores habían sido agredidos y se les había imposibilitado la entrada al juzgado. A su vez, se ha prohibido la retransmisión en directo del juicio para mantener oculta la identidad de los testigos por parte del Estado. Poco a poco las críticas van aumentando contra Hassan por las crecientes acusaciones, tanto de la oposición como de activistas por los derechos humanos, por presuntos secuestros y arrestos de otros opositores. La presidenta, sin embargo, defiende estar comprometida por los derechos humanos y ordenó una investigación sobre estas acusaciones, cuyos resultados no han sido publicados.
Fuente: Daily nation
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