“El presidente de Sudán, Omar Hassan Al-Bashir, ha sentado en su último discurso las bases para hacer de este país un Estado talibán, al decir que tras la secesión del Sur el Norte adoptará una constitución completamente islámica y hará del árabe el idioma oficial” declaraba hoy uno de los líderes de la oposición.
Bashir dijo el Domingo: «Si –Dios no lo permita- se separa el Sur, la constitución será modificada y muchas cosas relacionadas con el Sur desaparecerán de ella».
«Frente a todo ese confuso discurso de que el pueblo sudanés es no sé qué de multi-racial y multi-religioso…la Sharia Islámica se convertirá en la base de toda legislación….y el árabe en el idioma oficial del Estado. Así se estipulará en la próxima constitución «, añadió Bashir.
El Sur mayoritariamente cristiano y animista ha de votar el 9 de enero sobre si permanecer unido con el norte musulmán o separarse para formar un país independiente.
Ese referéndum es el punto clave del Acuerdo General de Paz (CPA) que puso fin a dos décadas de guerra civil entre el Norte y el Sur. Mubarak al-Fadil, dirigente del Partido por la Reforma y Renovación Umma (URRP) dijo que el discurso de Bashir refleja «la quiebra que nos devuelve al punto de partida».
«Para empezar, nunca ha habido verdadera Shariá. Sus consignas religiosas tuvieron una finalidad meramente táctica. El Partido Nacional del Congreso (en el gobierno) sólo usa la religión para apoyar a la policía estatal y reforzar la opresión sobre el pueblo», dijo Al-Fadil al Sudan Tribune.
El líder de URRP dijo además que Bashir solo quiere con estos discursos desviar la atención ante las muchas voces en el Norte que lo acusan de que bajo su gobierno el país se haya partido en dos.
«Al-Bashir es un militar que juró preservar la integridad territorial de Sudán y ahora tiene que dejar que el Sur se vaya. Él no puede digerir eso», agregó.
Al-Fadil, que fue uno de los rivales de Bashir en las elecciones presidenciales de abril, dijo que el NCP está preocupado por un posible levantamiento si la situación económica en el Norte se deteriora por la pérdida de los yacimientos del Sur tras la secesión.
La separación de Sudán en dos estados restará miles de millones de dólares al Norte en ingresos procedentes de los vastos campos petrolíferos en el sur del país. Actualmente, Norte y Sur se dividen los ingresos de crudo, como estipula el CPA.
Cerca del 75 por ciento de las reservas probadas de Sudán, unos 6.3 billones de barriles, están en el sur, aunque el oleoducto que lleva el crudo a las refinerías está en el Norte.
«Existe mucha injusticia, corrupción, desempleo. Crece la brecha entre ricos y pobres, suben los precios de los alimentos, el sector agrícola se ha derrumbado. El NCP ha dedicado la mayor parte del dinero a la seguridad y la política», dijo.
«Por eso el gobierno, ante la perspectiva de que dejará de recibir todo ese montón de dinero en efectivo del crudo teme disturbios sociales, y tendrá que recurrir a la fuerza para reprimir la disidencia. Usarán la Sharia como cobertura para hacerlo» agregó Al-Fadil.
Fue contundente al referirse a las palabras de Bashir sobre la irrelevancia de la diversidad cultural y étnica en el Sudán del post-referéndum.
«Sudán seguirá siendo diverso aún después de que el Sur se independice. Hay tribus en el Norte, Este y Oeste que no hablan árabe y tienen su propio idioma. También hay sureños en el norte y se espera que sigan viviendo con nosotros. Tras la separación del Sur esa presencia será la única esperanza de que podamos volver un solo país algún día», dijo Al-Fadil.
En los últimos meses los dirigentes del NCP han hecho declaraciones diciendo que los sureños en el Norte serán inmediatamente despojados de sus derechos de ciudadanía tras la secesión.
Al-Fadil recalcó que esto sería una violación de la Constitución.
«La Constitución de Sudán desde 1998 reconoce la doble nacionalidad. Hay ministros en el gabinete con pasaportes europeos y americanos. Así que…¿Por qué a los sureños se les niega este derecho?» dijo.
El líder de la oposición advirtió además al NCP contra su proyecto de aplicar la Ley Islámica. La Constitución vigente reconoce la «multi-etnicidad», «multiculturalidad» y «multi-religiosidad» del Estado de Sudán, fundado tanto en la Ley Islámica como en el Consenso Social.
«Estamos a favor de un estatus de ciudadanía basado en derechos, no en la religión. Nos oponemos con firmeza a un Estado religioso. Ni siquiera existe un acuerdo universal entre musulmanes sobre el significado de la Sharía, que es interpretada de forma diferente por extremistas y moderados» dijo Al-Fadil.
Aclaró que con estos mensajes Bashir pretende también enviar una advertencia a Occidente, la de que el Norte irá hacia el extremismo si el Sur se separa. El líder sudanés ha acusado estos días a Occidente de fomentar los sentimientos separatistas del Sur.
En los 90 Sudán acogió a varios grupos radicales islamistas y al mismo líder de Al-Qaeda, Osama Bin Laden. En 1993, EE.UU situó a Sudán en la lista de países que patrocinan el terrorismo.
(Sudan Tribune, 21-12-10)
Traducción de Santiago Izco.