El líder de la oposición de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, ha declarado que volverá a su país este próximo fin de semana, tras casi un mes y medio en Suráfrica, a pesar del temor ante un plan para asesinarlo.
Tsvangirai hizo estas declaraciones durante su visita a la ciudad de Johannesburgo, sacudida por la violencia. El motivo de su regreso es que desea comenzar la campaña para la segunda vuelta de votaciones a la que debe presentarse contra su contrincante, el veterano Presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, prevista para el 27 de junio.
El líder zimbabuense ha relacionado la violencia surgida en Suráfrica contra los inmigrantes con la pobreza de su país, cuya inflación lleva años siendo la más alta del mundo, acaba de batir su propio récord de nuevo, alcanzando el 165.000 %, y el desempleo afecta al 80 % de la población. “Si las cosas fueran bien en nuestro país, no habría necesidad de emigrar a Suráfrica”.
Se cree que entre uno y tres millones de zimbabuenses viven en Suráfrica, tras huir del derrumbamiento económico de su país, donde escasean las necesidades básicas como el combustible y la comida.
Tsvangirari lleva fuera de Zimbabue desde poco después de la primera vuelta de votaciones, el día 29 de marzo, y ha anunciado dos veces su intención de volver, para después retrasar la vuelta. El pasado fin de semana canceló su viaje de vuelta alegando que se había descubierto un complot para asesinarle. El número dos de su partido, Tendai Biti, aseguró ante los medios de comunicación que Tsvangirai está en una lista de personas a asesinar de los Servicios de Inteligencia del Gobierno de Mugabe, junto con otra docena de altos cargos del Movimiento para el Cambio Democrático, MDC, y varias personas más, en total podrían ser entre 36 y 40 personas. El Gobierno de Mugabe niega estas acusaciones.
Tsvangirai ganó a Mugabe en la primera ronda de votaciones, pero no con la mayoría suficiente como para evitar tener que concurrir a una segunda vuelta. Las elecciones se han caracterizado por el retraso del anuncio de los resultados y por la campaña de terror que, supuestamente, llevan a cabo los seguidores de Mugabe en las zonas rurales, contra los seguidores de la oposición.
(IOL, 22-05-08)
