El jefe de estado mayor de Guinea Bissau, el capitán de la marina Jose Zamora Indulta, ha admitido la existencia de evidencias que demuestran la utilización del territorio del país como base para el tráfico internacional de drogas.
El capitán de la armada Induta habló el día 31 de enero, al final de la operación militar lanzada por un batallón particular del ejército de Guinea Bissau, que abortó una transacción de drogas sospechosa en las zonas de Madina de Baixo y Praia de Ga-Tumané, a unas 100 millas de la ciudad de Empara, en la región de Quinara.
La operación militar que tuvo lugar entre el lunes 25 y el miércoles 27 de enero, resultó con el arresto de cuatro extranjeros, un iraquí, un tunecino y dos alemanes, y dos nacionales, uno de los cuales es un alto cargo del servicio de la Seguridad Presidencial del país.
El jefe militar desveló que la operación fue resultado de una vigilancia regular previa, durante dos semanas, de la región de Quinara, tras haber recibido la información sobre un avión sin identificar sobrevolando la zona.
Los carteles internacionales de la droga se han aprovechado de la inestabilidad política, el alto nivel de corrupción en el aparato de seguridad del estado y el bajo nivel de control de seguridad que el país tiene sobre sus fronteras, para convertirlo en su base de operaciones y distribución de narcóticos por todo el mundo.
Un aparato del estado bastante debilitado tras largas guerras civiles ha dejado a Guinea Bissau totalmente falta de preparación y aptitud para combatir a los grupos de varones de la droga, con equipos más sofisticados que el ejército.
A este respecto, el jefe del estado mayor declaró que era “consciente de que el arresto y detención de sospechosos de trafico de drogas no es una tarea del personal del ejército”, pero añadió que “la intervención del ejército es necesaria ya que Guinea Bissau carece de las estructuras adecuadas para controlar las redes de tráfico de drogas”.
Induta lamentó la implicación de individuos relacionados con el estado. Mientras tanto, los dos alemanes entre los arrestados han negado toda implicación en el tráfico de drogas y aseguran que son periodistas que trabajan para un servicio de noticias alemanas, Deutsche Welle. Además afirman que estaban en el país “sólo como turistas”.
(AfricaNews, 02-02-10)
