Introducción
Cuando llegué a Mozambique en 1956, sólo se encontraban en la colonia portuguesa, los bancos tradicionales de la metrópoli y el Banco Nacional Ultramarino como emisor. Tenían sus sedes en la capital, Lorenzo Marques (hoy Maputo) y en algunas ciudades principales, como Beira, cabeza de puerto para el tránsito hacia Rodesia (hoy Zimbabue).
Los africanos de las zonas rurales, que tenían algunos ahorrillos, con frecuencia venían a la misión con un sobre para que les guardáramos su dinero. Algunos padres ecónomos aceptaban este servicio, escribían en el sobre el nombre de su propietario y lo depositaban en la caja fuerte del Economato. Era un depósito ‘muerto’, no se negociaba con ese dinero, cuando el dueño venía a buscarlo se le entregaba el sobre cerrado, como él lo había depositado, a veces varios años antes.
Al llegar en 1972, a Burkina Faso, la situación era muy semejante. Fuera de ciudades como Uagadugú, la capital y los centros industriales y comerciales, como Bobo Diulasso y Kudugú, no se encontraban sucursales bancarias. Los particulares, – en especial los ex combatientes de la II Guerra Mundial, que cobraban sus pensiones, – pedían el mismo servicio a las misiones. Eso prueba la fama de honrados que tienen los misioneros.
PARA QUÉ SERVÍAN ESOS AHORROS
Esos ahorros casi siempre estaban destinados a comprar algo. Una moto, ganado: vacas, ovejas o cabras…Herramientas para la profesión artesana ejercida. Otros guardaban ese dinero para hacer frente a los gastos de la boda y a pagar el ‘dote’ a los padres de la novia, etc…
Lo que entendemos por actividad bancaria no existía. Los comerciantes hacían crédito, según la fama que tuviera el cliente de persona seria y pagadora. Algunos hasta prestaban dinero con intereses exagerados.
EL “BOOM” DE ESTOS ÚLTIMOS VEINTE AÑOS
Poco a poco, los bancos mejor implantaos en las grandes ciudades, empezaron a abrir sucursales en las pequeñas ciudades con mercados importantes o actividades de transporte, minas, etc… En los últimos diez años, el beneficio medio de los grupos bancarios del Continente, ha sido de cerca de un 12% a nual.
En 10 años, los principales 200 bancos africanos vieron sus beneficios multiplicarse en un 263%. En 2011 sólo se progresó el 5,1%, pero ya en 2012 dio un salto hasta el 13,5 %. Lo anterior nos muestra la progresión sostenida de las actividades bancarias en África, a pesar de las dificultades creadas por la crisis mundial.
ESTA EXPANSIÓN CONTINÚA AÚN
En ciertos países, como Marruecos y Kenia, se ha notado de forma extraordinaria, sin embargo la tasa de ‘bancanización’ en de 1 c.c. por cada 10 habitantes. Las agencias bancarias deben multiplicarse para cubrir mejor las periferias de las grandes ciudades, donde existen negocios y comercios, además de grandes mercados de economía sumergida. Las agencias de consejo y orientación pronostican un crecimiento del 46 % al 95 % hasta 2020.
ÁFRICA ES UN AUTÉNTICO CAMPO DE EXPERIMENTACIÓN
La división ‘Investigación’ del Ecobank estima, que los beneficios que van a producir los servicios financieros por medio de los teléfonos móviles deberían pasar de los 650 millones de $ US a 3.500 millones de $ US (o sea de 500 millones de € a 2.600 millones de €) entre 2012 y 2017.
Aún incipiente, las ventas por Internet y los pagos mediante tarjeta bancaria se van desarrollando.
La “Société Générale”
Dinámica desigual
Consideradas las diversas regiones supranacionales, este desarrollo es muy desigual. Dominan Suráfrica y los países de su entorno. Sin embargo el África Central se arrastra a la cola del movimiento. Las otras regiones se caracterizan por la emergencia de grupos cada vez más importantes. En África occidental descuellan 16 bancos, a la cabeza de los cuales dominan dos gigantes: ECOBANK y Bank of Africa, que hacen la competencia a los bancos de Nigeria.
Igualmente los bancos de Kenia disponen en la actualidad de fondos importantes, capaces de lanzarse a la conquista del Continente.
CONCLUSIÓN
Este panorama esperanzador, queda algo ensombrecido por algunos escándalos acontecidos en los últimos años. Para memoria: Los bancos tunecinos que financiaron a la familia y al clan del presidente Ben Alí, los nigerianos se quejan de falta de control y de supervisión de la banca privada. Un interrogante queda sin responder:¿ Cuál es la solidez de los bancos africanos? Y ¿Cómo gestionan los riesgos?