El increible progreso de los bancos africanos, por Antonio Molina

29/11/2013 | Bitácora africana

Introducción

Cuando llegué a Mozambique en 1956, sólo se encontraban en la colonia portuguesa, los bancos tradicionales de la metrópoli y el Banco Nacional Ultramarino como emisor. Tenían sus sedes en la capital, Lorenzo Marques (hoy Maputo) y en algunas ciudades principales, como Beira, cabeza de puerto para el tránsito hacia Rodesia (hoy Zimbabue).

Los africanos de las zonas rurales, que tenían algunos ahorrillos, con frecuencia venían a la misión con un sobre para que les guardáramos su dinero. Algunos padres ecónomos aceptaban este servicio, escribían en el sobre el nombre de su propietario y lo depositaban en la caja fuerte del Economato. Era un depósito ‘muerto’, no se negociaba con ese dinero, cuando el dueño venía a buscarlo se le entregaba el sobre cerrado, como él lo había depositado, a veces varios años antes.

Al llegar en 1972, a Burkina Faso, la situación era muy semejante. Fuera de ciudades como Uagadugú, la capital y los centros industriales y comerciales, como Bobo Diulasso y Kudugú, no se encontraban sucursales bancarias. Los particulares, – en especial los ex combatientes de la II Guerra Mundial, que cobraban sus pensiones, – pedían el mismo servicio a las misiones. Eso prueba la fama de honrados que tienen los misioneros.

PARA QUÉ SERVÍAN ESOS AHORROS

Esos ahorros casi siempre estaban destinados a comprar algo. Una moto, ganado: vacas, ovejas o cabras…Herramientas para la profesión artesana ejercida. Otros guardaban ese dinero para hacer frente a los gastos de la boda y a pagar el ‘dote’ a los padres de la novia, etc…
Lo que entendemos por actividad bancaria no existía. Los comerciantes hacían crédito, según la fama que tuviera el cliente de persona seria y pagadora. Algunos hasta prestaban dinero con intereses exagerados.

EL “BOOM” DE ESTOS ÚLTIMOS VEINTE AÑOS

Poco a poco, los bancos mejor implantaos en las grandes ciudades, empezaron a abrir sucursales en las pequeñas ciudades con mercados importantes o actividades de transporte, minas, etc… En los últimos diez años, el beneficio medio de los grupos bancarios del Continente, ha sido de cerca de un 12% a nual.

En 10 años, los principales 200 bancos africanos vieron sus beneficios multiplicarse en un 263%. En 2011 sólo se progresó el 5,1%, pero ya en 2012 dio un salto hasta el 13,5 %. Lo anterior nos muestra la progresión sostenida de las actividades bancarias en África, a pesar de las dificultades creadas por la crisis mundial.

ESTA EXPANSIÓN CONTINÚA AÚN

En ciertos países, como Marruecos y Kenia, se ha notado de forma extraordinaria, sin embargo la tasa de ‘bancanización’ en de 1 c.c. por cada 10 habitantes. Las agencias bancarias deben multiplicarse para cubrir mejor las periferias de las grandes ciudades, donde existen negocios y comercios, además de grandes mercados de economía sumergida. Las agencias de consejo y orientación pronostican un crecimiento del 46 % al 95 % hasta 2020.

ÁFRICA ES UN AUTÉNTICO CAMPO DE EXPERIMENTACIÓN

La división ‘Investigación’ del Ecobank estima, que los beneficios que van a producir los servicios financieros por medio de los teléfonos móviles deberían pasar de los 650 millones de $ US a 3.500 millones de $ US (o sea de 500 millones de € a 2.600 millones de €) entre 2012 y 2017.

Aún incipiente, las ventas por Internet y los pagos mediante tarjeta bancaria se van desarrollando.

La “Société Générale” ha lanzado en 2013 una filial llamada Manko, destinada a ‘bancanizar’ a los empresarios del sector informal (vendedores de los mercados y pequeños artesanos autónomos).

Dinámica desigual

Consideradas las diversas regiones supranacionales, este desarrollo es muy desigual. Dominan Suráfrica y los países de su entorno. Sin embargo el África Central se arrastra a la cola del movimiento. Las otras regiones se caracterizan por la emergencia de grupos cada vez más importantes. En África occidental descuellan 16 bancos, a la cabeza de los cuales dominan dos gigantes: ECOBANK y Bank of Africa, que hacen la competencia a los bancos de Nigeria.

Igualmente los bancos de Kenia disponen en la actualidad de fondos importantes, capaces de lanzarse a la conquista del Continente.

CONCLUSIÓN

Este panorama esperanzador, queda algo ensombrecido por algunos escándalos acontecidos en los últimos años. Para memoria: Los bancos tunecinos que financiaron a la familia y al clan del presidente Ben Alí, los nigerianos se quejan de falta de control y de supervisión de la banca privada. Un interrogante queda sin responder:¿ Cuál es la solidez de los bancos africanos? Y ¿Cómo gestionan los riesgos?

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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