Reproducimos para el Blog Académico de África Fundación Sur el trabajo El habla afroboliviana en el contexto de la “reafricanización” del Catedrático de Lingüística Hispánica y General de la Universidad de Pensivania John M Lipski .
Como se dice en la introducción del artículo «La reconstrucción de las contribuciones lingüísticas afrohispánicas al español deAmérica es una de las tareas más importantes dentro de la dialectología. Hasta ahora los principales planteamientos sobre las posibles huellas lingüísticas afrohispánicas se han basado bien en documentos literarios de siglos pasados—en su mayoría parodias e imitaciones hechas por autores blancos—bien en las comunidades negras de las naciones hispanoamericanas, donde no quedan más que los últimos suspiros de lo que puede haber sido un antiguo dialecto “afro”. Por lo tanto la búsqueda de remanentes auténticos del lenguaje empleado entre comunidades afrohispánicas en tiempos coloniales se ve obstaculizada por la escasez de muestras vivas de lenguaje reestructurado. Como es bien sabido, el africano que adquiría el español de adulto raras veces alcanzaba un dominio completo, sino que hablaba con las características de una segunda lengua: lapsos de concordancia, un léxico limitado, modificaciones fonéticas de acuerdo a las lenguas de base y una morfosintaxis simplificada. El africano que hablaba el español con dificultad se conocía como bozal y se ha producido un nutrido debate en torno a la posible consistencia del habla bozal a través del tiempo y el espacio y la posibilidad de que el español pidginizado de los bozales se haya convertido en lengua criolla como el palenquero del Palenque de San Basilio, Colombia y el papiamento de Curazao y Aruba .
Dejando al lado las imitaciones literarias—que pueden ser válidas como documentos sociolingüísticos pero no reflejan el lenguaje real—para obtener muestras confiables del habla bozal de antaño, es urgente estudiar las comunidades de habla afrohispánicas todavía existentes en Hispanoamérica, en busca de remanentes del lenguaje bozal. En la mayoría de las comunidades de habla afrohispánicas, los únicos rasgos que apuntan hacia una etapa abozalada son lapsos de concordancia muy ocasionales y uno que otro cambio fonético típico de los encuentros entre lenguas africanas y lenguas iberorromances, pero que también podrían atribuirse a los efectos de la marginalidad sociolingüística o al contacto con lenguas autóctonas. El presente trabajo describe una comunidad de habla afrohispánica hasta ahora desconocida, donde sobrevive lo que puede ser la única variedad intacta del español pos-bozal reestructurado. Se trata a
la vez de la comunidad afrohispanoamericana más antigua, en los Yungas de Bolivia.
John M. Lipski