Las sanciones de las Naciones Unidas impuestas a Eritrea el año pasado harán que deje de interferir en Somalia, según ha dicho el ministro de Exteriores de Yibuti.
Mahmoud Ali Youssouf dijo ante los periodistas en Nairobi que confiaba en que Eritrea se viera obligada a alterar sus políticas exteriores, pero que probablemente siga siendo el estado paria de la región.
“Eritrea está tratado por todos los medios hacer la guerra con todo el mundo en la región”, aseguró Youssouf, que se encontraba en la capital de Kenia para discutir temas de seguridad regional y cooperación económica con su homólogo keniata.
Eritrea está acusada de respaldar a los grupos rebeldes de Somalia, algo que Eritrea siempre ha negado, donde al menos han muerto 21.000 personas desde principios de 2007, por la violencia que inunda el país.
En diciembre, las Naciones Unidas impusieron sanciones a Eritrea, diciendo que Asmara estaba enviando armas al sur de Somalia, que está bajo control de los islamistas.
El gobierno de Yibuti, que está entre Eritrea y Somalia, dijo que este pequeño país solo no podía interrumpir el flujo de armas de Eritrea, pero que confiaba en que las sanciones tuvieran el efecto deseado.
“Las sanciones de la ONU obligará a Eritrea a al menos cumplir las reglas internacionales y dejar de jugar con la seguridad nacional de Somalia… y Yibuti”, señaló.
Un informe de la ONU publicado el mes pasado sugiere que los envíos de armas de Eritrea a Somalia se han ralentizado recientemente y que el apoyo de Asmara a los rebeldes de Somalia ahora es más diplomático, logístico y financiera que con armas.
(Shabelle, Somalia, 22-04-10)