El fin de semana pasado, tanto Turquía como Costa de Marfil sufrieron ataques de militantes islámicos, con el resultado en ambos casos de pérdida de vidas. El domingo, informa Reuters, hombres armados de la rama magrebí de Al Qaeda mataron a 16 personas, entre ellas a cuatro europeos, en una ciudad costera de vacaciones en Costa de Marfil. Business Insider informa que ese mismo día, se produjo una explosión en un intercambiador en centro de Ankara, matando al menos a 34 personas e hiriendo a 125.
Según la agencia Reuters, el presidente Alassane Ouattara que se personó en el lugar de los hechos confirmó: “seis atacantes llegaron a la playa de Bassam esta tarde. Tenemos 14 civiles y dos soldados de las fuerzas especiales, por desgracia, muertos». Además, el Ministro de Interiores de Costa de Marfil, Hamed Bakayoko, aseguró que entre las víctimas del ataque se encontraban ciudadanos de Francia, Alemania, Burkina Faso, Malí y Camerún.
Después de que se produjeran estos dos actos de terrorismo, agencias de noticias y ciudadanos particulares comenzaron, en ambos países, a compartir detalles de lo ocurrido en las plataformas de las redes sociales. El gobierno turco no se mostró demasiado de acuerdo con esto. Al parecer, Reuters informa que, un tribunal de Ankara ha dictado una prohibición contra Facebook y Twitter en el país, después de que las imágenes de la explosión salieron a la luz a través de estas plataformas. A pesar de ser un estado islámico, Turquía es actualmente una república democrática y constitucional, al igual que Costa de Marfil, y se espera que a sus ciudadanos se les permita usar los medios sociales libremente por diversos motivos, entre ellos mantenerse informados.
Los países africanos continuamente son retratados como estados atrasados, que no reconocen los derechos de sus ciudadanos y sus líderes han sido pintados faltos de respeto por los derechos humanos fundamentales. Ahora bien, ¿qué puede decirse del gobierno turco en esta situación?
De acuerdo con el Índice de la Fundación de Mo Ibrahim sobre el Buen Gobierno, entre los 54 países africanos encuestados, Costa de Marfil ha conseguido la mayor mejora desde el año 2011. Sin embargo, en el pasado, el gobierno de Costa de Marfil tuvo que enfrentarse a acusaciones de intimidación de periodistas, en un intento por controlar los medios escritos en el país pero desde 2012, el gobierno se ha involucrado activamente en las actividades de los medios sociales.
Las plataformas sociales se han convertido en una parte necesaria de la vida diaria de muchas personas, en la medida en que algunos se ganan la vida a través de estas aplicaciones. Un informe de 2015, compilado por Esra Dogramaci y Damian Radcliffe del Informe News Digital, dice que los medios sociales son un destino habitual de las noticias para los usuarios on line en Turquía, así como un medio que cubre sus necesidades de entretenimiento, deportes y estilo de vida.
El informe también revela que la capacidad de usar los medios sociales sigue siendo muy inestable en Turquía. Hay ejemplos de sucesos pasados que reflejan la actualidad, por ejemplo, en 2015, los turcos no pudieron responder adecuadamente, a través de sus plataformas de medios sociales, a un ataque terrorista que tuvo lugar el 10 de octubre, donde cerca de 100 personas murieron en un atentado con bomba en el centro de Ankara, ya que encontraron su acceso a Twitter y Facebook bloqueado. El informe concluye diciendo que, si bien los medios de comunicación social no van a desaparecer en Turquía, los intentos por parte del gobierno para controlarlos son una constante dentro del país.
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Fundación Sur