Durante las celebraciones conmemorativas del 20 aniversario del genocidio de 1994 en Ruanda, el presidente ruandés ha reiterado sus críticas contra Francia, por su papel durante ese genocidio. De hecho Ruanda no admitió ningún represéntate de Francia al aniversario.
“Los pueblos no pueden ser obligados a cambiar su historia. Ningún país es suficientemente poderoso, aunque así lo piense, de cambiar los hechos”, ha declarado en ingles el presidente ruandés. Luego añadió en francés: “los hechos son tozudos”, ante el aplauso de 30.000 espectadores reunidos en el estadio Amaharo de Kigali.
“El tiempo no debe cambiar los hechos, disminuir las responsabilidades o transformar las victimas en verdugos”, refiriéndose aparentemente a las duras críticas que ha recibido de sus aliados internacionales como EEUU.
Las autoridades ruandesas han sido también recientemente acusadas por desestabilizar y explotar la región del Kivu, en la RD del Congo, y por perseguir a los opositores políticos en exilio. El informe de la ONU de 2012 acusa al régimen ruandés de las masacres cometidas en el Kivu. ( 5.4 millones)
“Los que piensan que Ruanda o África necesitan su aprobación para gobernar, viven en un pasado irrelevante”, afirmó P.Kagame.
Ban Ki-Moon afirmó: “Desde la ONU, deberíamos haber hecho mucho más para evitar los masacres de 1994 en Ruanda. Los cascos azules se retiraron de Ruanda cuando más falta hacían”.
La ONU retiró 500 soldados de Ruanda, a mediados de Abril 1944. Las masacres más crueles comenzaron el 7 de abril, unas horas después de la muerte del presidente J.Habyarimana.
Las lecciones de este genocidio:
“La vergüenza de esta generación, no se ha disipado”, afirma Ban Ki-moon, pues justo después de este genocidio, los bosnios musulmanes fueron abandonados a su suerte en Srebrenica, sin protección de la ONU.
Sin embargo la ONU, cuyo objetivo es proteger a las personas, ha actuado con mayor compromiso en el Sudan del Sur y este compromiso ha salvado la vida de miles de personas. Esta es una de las lecciones aprendidas en Ruanda.
Por Jeune Afrique.7.4.2014
Editado por Fundación Sur