No se me ocurre otra imagen para expresar lo que leemos y vemos en estos días. Pocas jornadas antes de las elecciones, la escena política de Sudán se parece un gallinero sin orden ni concierto donde los diferentes gallos están haciendo todo lo posible por impresionar al personal sin otra intención que alborotar el lugar para hacer valer sus plumas y sus amenazantes espolones.
Es muy difícil el poder estar al día acerca de la situación de Sudán, pocos días antes de las elecciones generales y presidenciales. Los cambios, las declaraciones a veces chocantes y los cambios a veces inesperados cambios de rumbo y de opinión se suceden con tanta rapidez que apenas da tiempo para recuperarse de la impresión.
Lo que está bien claro es que, como era de prever, se ha calentado el cotarro bastante, especialmente desde que el principal partido del Sur, el SPLM, decidiera retirar a su candidato Yasir Arman de las elecciones en el Norte del país debido a la falta de seguridad y al acoso al que se han visto sometidos sus candidatos. Otros partidos de oposición han tomado una decisión parecida, por lo cual parece que el presidente Omar el Bashir, que entre otras cosas está buscado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, no tendrá obstáculo alguno para ser reelegido (o elegido por primera vez, ya que llegó al poder por medio de un golpe de estado en 1989) como presidente de Sudán.
Para que vean el percal del que con toda probabilidad será de nuevo el primer presidente de Sudán, aquí algunas perlas de sus discursos de campaña electoral:
“[nuestro gobierno] antes expulsó al embajador británico, al embajador canadiense y al enviado especial de las Naciones Unidas… Quien intente insultarnos, le cortaremos el cuello y quien extienda su lengua para abusar de nosotros se la cortaremos”
“Queríamos que [los observadores electorales] vieran unas elecciones libres y transparentes, pero, si interfieren en nuestros asuntos, cortaremos sus dedos, los pondremos debajo de nuestros zapatos y desharemos de ellos.”
Como pueden ver, está claro que las sutilidades o el lenguaje comedido y tenue de la diplomacia no son el fuerte de este estadista. Así me gustan a mí los líderes, al pan pan y al vino vino… en vez de venir con dobles sentidos y con medias tintas a la hora de expresar programas políticos e intenciones de gobierno.
Pues nada, a lo que iba. Las elecciones sudanesas no son sino un prólogo al verdadero acontecimiento que vendrá a principios del 2011 que será el referendum de autodeterminación en el cual el Sur del país decidirá si quiere independencia o prefiere seguir como parte de un Sudán unido. Las elecciones no son sino una condición previa impuesta por los países que acompañaron las conversaciones de paz y ni el gobierno de Sudán ni los antaño rebeldes del SPLA estaban interesados en organizarlas. Había que hacerlo y se ha preparado el evento con las dificultades añadidas que supone el llevar a cabo un ejercicio así en un país tan extenso (2’5 Millones de Km²), con una región como Darfur todavía sumida en un conflicto no del todo resuelto y con las susceptibilidades y los intereses ocultos propios de una situación en la que se prevé que el resultado del referendum será masivo en favor de la independencia.
Estoy seguro que los días que están por venir no nos van a defraudar. Seguirá habiendo nuevos y sorprendentes acontecimientos y – esperamos – que la jornadas electorales tengan lugar sin grandes problemas de seguridad o de recuentos. Sobre la transparencia y la fiabilidad de los resultados, quien más quien menos tiene serias sospechas de que quien está en el poder se asegurará que “no haya sorpresas de última hora.” Faltaría más.
Original en: http://blogs.periodistadigital.com/enclavedeafrica.php