El futbolista costamarfileño Didier Drogba ha sido nombrado miembro de la Comisión para la Verdad, la Reconciliación y el Diálogo, que se ha constituido en este país de África occidental durante los últimos días. Esta institución tiene como cometido establecer mecanismos de justicia transicional en el país. Costa de Marfil atravesó varios meses de violencia tras las elecciones del año pasado, después de que el anterior presidente Laurent Gbagbo se negara a ceder el poder al ganador, Alassane Outtara. Se calcula que por lo menos 3.000 personas murieron y medio millón huyeron de sus hogares. Tras la captura de Gbagbo por parte de tropas francesas y de Naciones Unidas el pasado mes de abril, la calma se ha ido abriendo paso en el país, aunque se tardará mucho tiempo en sanar las heridas del conflicto.
El presidente de esta Comisión es el antiguo primer ministro Konan Banny. Entre sus once miembros hay líderes religiosos, como el arzobispo católico de Bouaké y el líder del consejo musulmán de imanes. Didier Drogba, que juega en el equipo inglés Chelsey y figura como capitán de la selección de su país, representará en la Comisión a los costamarfileños que viven en el extranjero.
La Comisión se inspira en el modelo de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación que se formó en Sudáfrica en 1995 tras los años del apartheid. Varios países que han superado años de conflicto han adoptado diversas comisiones que han copiado, en mayor o menor medida, este modelo sudafricano. Entre ellos están Perú, Guatemala, Sierra Leona y Liberia.
Desde hace varias décadas, Costa de Marfil sufre una fuerte división entre el Norte y el Sur, que está en el origen de un conflicto que dura desde los años 1990. Drogba ha declarado que ha aceptado el cargo para poner su granito de arena en la tarea de la reconciliación y que “prefiere que la gente de su país le conozca como un hacedor de paz que como un futbolista”.
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