Enero 2017
Las lluvias que han llegado al sur de África han sido un regalo para los agricultores de Zimbabue. Se predice que las cosechas de finales de 2016 y principios de 2017 vayan a ser abundantes a pesar de las que las sequias provocadas por el fenómeno El Niño las dos últimas temporadas. Ahora, los agricultores se encuentran aliviados y motivados para comenzar la siguiente cosecha.
Según el Informe de Evaluación de Vulnerabilidad de Zimbabue (Zimbabwe Vulnerability Assessment Report), la inseguridad alimentaria ha aumentado de un 12% en 2011 a un 42% el año pasado. Por lo general, el aumento de la falta de alimentos se debe a las terribles sequías que ha sufrido el continente los últimos años. Esto se ha traducido a que casi cuatro millones de personas se han visto necesitadas de ayuda para conseguir alimentos y agua.
El Gobierno de Zimbabue ha considerado que la mejor forma de combatir los efectos de estas sequías es tratar la agricultura como un negocio y a los agricultores como empresarios. A través de un programa que han bautizado Command Agriculture, el Gobierno zimbabuense ha intervenido en el sector agrícola para resolver la escasez de capital a la que se enfrentan la mayoría de agricultores. En lugar de proporcionar dinero o efectivo, se han movilizado recursos para garantizar a dichos agricultores el acceso a semillas de maíz, productos químicos, fertilizantes, y servicios de combustible y labranza. Estas medidas han permitido que los campesinos se centren en el provecho de la tierra con el uso de estos materiales y que se olviden de buscar dinero para conseguirlos por sus propios medios.
Sin lugar a duda, este programa ha sido bien recibido por los agricultores. Se espera que Command Agriculture revolucione la agricultura del país, y que las amplias extensiones de tierra que pertenecen a los agricultores se conviertan en verdes cinturones de cultivo. El objetivo del programa es que se produzcan dos millones de toneladas de maíz en las 400.000 hectáreas de tierras fértiles habilitadas para el cultivo. La agricultura es considerada la columna vertebral de la economía, y por ello el Gobierno ha decidido introducir este programa. De esta manera, se evitaría el debilitamiento de la economía de Zimbabue, lo que permitiría asimismo fortalecer otros sectores económicos del país.
Se prevé que el proyecto alcance todas sus expectativas de forma rigurosa, y que el rendimiento esperado de cinco toneladas por hectárea se cumpla. Muchos han sido pesimistas y críticos hacia este programa, pero el Gobierno de Zimbabue seguirá trabajando y mejorándolo para asegurar la utilización de la tierra y proporcionar un suministro adecuado de alimentosa su población. En un plazo establecido, los agricultores obtendrán la atención necesaria para rehabilitar las instalaciones de riego. Asimismo, se pondrían a disposición instalaciones de secado en todas las provincias para asegurar que los cultivos se cosechan a tiempo y poder así reutilizar la tierra cuando esté lista. Esto también añadirá valor a los campos de cultivo.
La supervisión del programa está a cargo del Vicepresidente Emmerson Mnangagwa, que preside el Comité del Gabinete sobre Seguridad Alimentaria y de Nutrición, y de los Ministerios de Tierras y Reasentamiento Rural, Agricultura, Mecanización y Desarrollo de Riego y Medio Ambiente, Agua y Clima. Se espera que, con el apoyo del Gobierno y las lluvias previstas para este año, la producción de maíz incremente, y con esto que disminuya la inseguridad alimentaria. Zimbabue necesita al menos 1,8 millones de toneladas de maíz para mantener a la población del país y a su ganado, y serían necesarias 500 000 toneladas extra para mantener en sus reservas en caso de que surgiese otra crisis alimentaria.
El objetivo de Command Agriculture es garantizar la seguridad alimentaria para el desarrollo de la nación. En Rodesia se incentivó a los agricultores de forma parecida, y fueron recompensados por producir grandes cantidades de maíz, que paliaron el sufrimiento de mucha gente, y por permitir que el país se abriese a los mercados externos. El Gobierno de Zimbabue considera la importancia de la seguridad alimentaria como un importante componente económico del país. Los incentivos que promueve el gobierno son un factor de motivación para los agricultores, que alimentan, en general, a los trabajadores del sector de la minería. Desde antes de la época colonial los zimbabuenses han producido sus propios cultivos. Desde finales de los años 90, Zimbabue ha experimentado una especie de Revolución Agraria, en la que los agricultores luchan por asegurar la producción de sus granjas debido a las limitaciones en financiación. Ellos afirman que su desafío más grande se centra en la provisión de insumos.
Por otra parte, el Gobierno reitera que es necesario tratar la agricultura como un negocio para así motivar a su población. Por otra parte, también se han tomado medidas en cuanto a las compañías extranjeras que ralentizaban los procesos de elaboración de alimentos. Por ejemplo, Sable Chemicals, una empresa de fertilizantes, ha sido sancionada de mantera económica e incluida en una lista de sanciones ilegales. El Vicepresidente Mnangagwa insiste en que las firmas zimbabuenses han participado rigurosamente en la elaboración del programa, y que también tienen parte de responsabilidad en los beneficios que se obtienen de él. El apoyo de ciertas empresas ha alcanzado casi los $1 mil millones cuando el presupuesto total necesario era de $515 millones. Asimismo, el sector bancario ofrece tasas de interés bajas para alentar el proceso.
El programa Command Ariculture es voluntario, pero se espera que los agricultores comprendan la necesidad de volcar gran parte de los esfuerzos en él. El empoderamiento de este sector no solo puede paliar el hambre que sufre el país, sino que abre muchas puertas en el sector económico con vistas al exterior. Esperemos que se desarrolle con cabeza, esfuerzo y de manera exitosa.
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Traducido por Cristina Pérez-Cerdá Maldonado
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