El líder libio Muamar Gadafi había asegurado personalmente a Suráfrica que el fotógrafo Anton Hammerl todavía estaba vivo, a pesar de que las tropas leales ya le habían matado de un disparo, según declaró el ministro de Exteriores surafricano, el día 20 de mayo.
“El propio Gadafi nos aseguró, a través de su hijo, y otros asesores, que Anton Hammerl estaba vivo y bien”, ha declarado en una rueda de prensa la ministra de Relaciones Internacionales y de Cooperación, Maite Nkoana Mashabane.
Las autoridades de Suráfrica no supieron nada sobre la muerte de Hammerl hasta después de la liberación, el día 18 de mayo, de los otros cuatro periodistas que estaban junto a él cuando fue disparado, en una zona remota del desierto de Libia, según la ministra.
“Los periodistas sabía que había sido asesinado, pero decidieron, por su propia supervivencia no decir nada cuando contactaron con los consulados ni en las conversaciones telefónicas con sus familias”, añadió.
Entierro
“Mantendremos contacto con las autoridades Libias para encontrar el cuerpo de Anton y traerlo de vuelta a Suráfrica, para darle un entierro decente.”
El gobierno libio, que ha dicho durante cuatro semanas a la familia de Hammerl que estaba vivo, dijo inicialmente que sería liberado con los otros cuatro detenidos, periodistas extranjeros, [entre los que se encontraba el fotógrafo español, Manu Bravo], en día 18 en Trípoli.
Hammerl, de 41 años, que tenía doble nacionalidad, surafricana y austríaca, había sido durante una semana el centro de una campaña diplomática, de la familia, amigos y colegas, presionando para su liberación, después de que los funcionarios libios dijeran que estaba vivo.
El embajador de Austria en Pretoria, Otto Ditz, dijo que consideraba que Suráfrica había hecho todo lo posible en el caso de Hammerl.
“Es un asunto muy triste, pero no creo que se pudiera haber hecho más”, declaró en rueda de prensa, “estoy decepcionado con las autoridades libias por no habernos dicho nada sobre el final de Antom, cuando lo sabían”.
(News 24, 20-05-11)