El Fondo Monetario Internacional (FMI) comunicó que su previsión del crecimiento económico que podría tener Somalia en 2023 ha cambiado y espera un desarrollo menor al que había proyectado originalmente. Sin embargo, también anunció que prevé una reducción del 4.2 % en la inflación este año, gracias a la bajada de los precios de los productos básicos.
Somalia se enfrenta actualmente a una inseguridad alimentaria aguda causada en gran medida por la persistente sequía. Las autoridades somalíes, en colaboración con Naciones Unidas, están brindando asistencia a casi 7,3 millones de personas. Además, la sequía se ha combinado con otros factores a nivel global que han reducido considerablemente el potencial de crecimiento económico de Somalia.
“El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para 2022 y las proyecciones para 2023 han descendido debido a la sequía prolongada y a la entrada moderada de remesas”, comunicó el FMI. “Los riesgos a corto plazo son altos, incluyendo entre ellos el agravamiento de la crisis alimentaria si las lluvias no vuelven en 2023 o si los precios de los productos básicos volviesen a incrementar”, añadió Laura Jaramillo, líder del FMI.
En respuesta a la crisis, las autoridades de Somalia buscarán implementar un “presupuesto suplementario” para el año 2023 que contemplará los gastos necesarios para apoyar el crecimiento económico, la seguridad y el desarrollo.
Somalia enfrenta una racha de cinco temporadas consecutivas sin lluvias, la racha más larga en la historia reciente, la cual amenaza la seguridad alimentaria de 5 millones de personas y deja a casi 2 millones de niños en riesgo de malnutrición.
Fuente: Ethiopian Monitor
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]