Un fiscal británico el día 16 de abril presentó el extraordinario ascenso de James Ibori, de ser un pequeño ladronzuelo en Londres a un poderoso gobernador en Nigeria, como una red de compañías falsas que el nigeriano utilizó para comprar mansiones y coches de lujo en Gran Bretaña, con millones de libras robados.
Ibori, que fue gobernador del estado productor de petróleo, Delta del Níger, en el sur de Nigeria, desde 1999 hasta 2007, se ha declarado culpable de 10 cargos de corrupción, admitiendo que robó aproximadamente 50 millones de libras esterlinas de las arcas del Delta del Níger.
El caso está siendo seguido con avidez en Nigeria, el país más poblado de África, donde Ibori hizo uso de su riqueza e influencia como gobernador del Delta para posicionarse como un agente de poder en la política nacional.
Es el político de mayor categoría de Nigeria que ha sido juzgado con éxito por corrupción, un problema que ha asolado el país desde la independencia de Gran Bretaña, en 1960.
Ibori se sienta en el banquillo tras un cristal de separación, flanqueado por oficiales de policía londinenses, mientras que la fiscal exponía los cargos durante la vista de dos días de duración para su sentencia, en el tribunal londinense de Southwark Crown. Se trata de una humillación para un hombre acostumbrado a ser cortejado por multitud de personas en busca de su patrocinio.
(Angola Press, 17-04-12)