El ejército maliense y su combate de la irresponsabilidad

11/02/2013 | Opinión

El ejército maliense debe volver a unirse y evitar dar un espectáculo.

El pasado viernes, día 8 de febrero, “militares fuertemente armados, de todos los niveles” atacaron el cuartel de los “boinas rojas”, la guardia del antiguo presidente de Malí, Amadou Toumani Touré. Este ataque se debió a la negativa de los “boinas rojas” a abandonar su cuartel y ser asignados a otras unidades para ir a hacer la guerra contra los islamistas en el norte del país. Muchas personas resultaron heridas, e incluso se produjo al menos un muerto.

Los “boinas rojas” habían intentado retomar el poder después del golpe de estado del 21 de marzo de 2012, contra el presidente Amadou Toumani Touré, llevado a cabo por los “boinas verdes”, del capitán Amadou Haya Sanogo. Es decir que los “boinas rojas” y “los boinas verdes” se llevan como el perro y el gato, más que como compañeros de ejército desde entonces.

Esta situación plantea algunas preguntas: ¿Puede un militar, estatutariamente hablando, renunciar a ser trasladado? Mediante estas asignaciones a otras unidades, ¿Sanogo y compañía pretenden principalmente dispersar a sus enemigos por todas las unidades del país para neutralizarlos?

Sin embargo, enfrentarse en el momento en que otros acuden con rapidez a vuestro recate, es el colmo de la irresponsabilidad. ¿Cómo se podría calificar de otro modo la escena de lo más surrealista que tuvo lugar en Bamako, el 8 de febrero, mientras que los soldados franceses, 4.000 actualmente, los chadianos, 2.000, sin olvidar a los de la misión MISMA, llegan cada vez más a Malí, para enfrentarse a los enemigos del país?

Al no tener las agallas suficientes para estar en la primera línea de fuego, que tengan al menos la gratitud de cerrar filas para hacer eco de sus libertadores. Es más, un proverbio de nuestro país dice que si no te lavas la espalda, debes lavarte la cara. En lugar de eso, la lluvia ya les cae encima, y ellos no encuentran mejor modo de enfrentar sus dificultades que protagonizando combates fratricidas.

Si hasta ahora la rivalidad entre los “boinas rojas” y los “boinas verdes” había sido amortiguada, su último enfrentamiento hace que sea más urgente todavía la famosa reforma del ejército maliense. Hay que decir que con esta evolución hacia bandas armadas a la guineana, no falta más que tener la cara dura de glorificar el pasado del Malí de nuestros ancestros, a los que se ha desmerecido.

La redacción

(L’Observateur Paalga, Burkina Faso, 10-02-13)

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