El activista autor del cómic ‘La Pesadilla de Obi’, en el que caricaturiza a Teodoro Obiang, fue a su país para renovar el pasaporte
El dibujante y activista ecuatoguineano Ramón Esono Ebalé ha sido detenido sobre las 19.00 de este sábado en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, cuando salía de un restaurante en compañía de dos ciudadanos españoles, según informan sus familiares. Desde entonces se encuentra retenido en dependencias policiales a la espera de que se le notifique la causa de su detención, aunque durante el interrogatorio le preguntaron por la novela gráfica La pesadilla de Obi, obra de Esono muy crítica con Teodoro Obiang, presidente de su país desde hace casi 40 años, y con la situación socioeconómica de Guinea Ecuatorial.
La detención se produjo cuando Ramón Esono, que ha participado en ferias de arte contemporáneo como ARCO en Madrid, salía de un restaurante acompañado del coordinador de la Cooperación Española en Guinea Ecuatorial y de un profesor del Colegio Español, siempre según el relato de los familiares del dibujante, cuya hermana ha podido visitarle en comisaría este domingo y sostiene que se encuentra bien. Los tres se encontraban sentados en un coche estacionado en una céntrica calle de Malabo, dispuestos a partir, cuando tres personas que se identificaron como miembros de la seguridad del Estado abrieron las puertas, les quitaron los teléfonos móviles y les esposaron, trasladándolos a la comisaría central.
Una vez allí, retiradas las esposas, les hicieron esperar unos 10 minutos hasta que llegó una docena de agentes. Tras preguntar a los españoles qué hacían en el país, cuáles habían sido sus actividades y de qué se conocían, comenzaron a interrogar a Esono, que se autodefinió como “activista y artivista”. Las preguntas giraron en torno a por qué no había dibujado también al presidente de Paraguay, país en el que residía hasta el pasado mes de julio, o si él se consideraba un político. Asimismo, le dijeron que “era muy diferente dibujar a alguien y quedarse el dibujo que divulgarlo por Internet” mientras uno de los interrogadores le explicó que el problema no eran solo las caricaturas, sino también los textos.
Durante las pesquisas, los agentes insistieron en que en Guinea Ecuatorial se puede hacer política pero que para ello hay que crear un partido o afiliarse a uno de los que ya existen y son legales. También dijeron a Esono que sus dibujos podían ser considerados calumnias al presidente y, al responder el detenido que en otros países se puede dibujar a los presidentes, los policías añadieron que en países como China o Corea del Norte las consecuencias podían haber sido muy graves. Después de sacarlos de la oficina para discutir entre ellos, los agentes anunciaron a los dos españoles que podían irse a su casa, pero mantuvieron detenido a Ramón Esono.
El dibujante ecuatoguineano, que en la actualidad ha trasladado su residencia a El Salvador con su familia tras vivir durante años en Paraguay, había viajado a Guinea Ecuatorial días atrás para renovar su pasaporte después de que la embajada de su país en España le informara de que era imposible hacerlo en Madrid, por lo que le fue expedido un salvoconducto a Malabo, detalla la familia. Esono era consciente de que podía ser detenido, según fuentes próximas al caso.
Hace tres años, el dibujante aseguraba en una entrevista publicada en el blog África no es un país que tenía la opción de retornar. «Puedo volver cuando me dé la gana. Lo que ocurre es que todavía no encontré a nadie de los de dentro (familia, amigos, conocidos) que me aconsejen hacerlo de momento. Según me consta de personas cercanas a mis actividades contra el régimen, los más atrevidos contra mi integridad física me podrían estar esperando para darme una lección, aunque el propio régimen no parece que me tenga muy en cuenta”, declaró.
La Pesadilla de Obi se publicó en 2014 en su versión inglesa y un año después en español. En dicha novela gráfica, que contó con la financiación de la ONG basada en Estados Unidos EGJustice, Esono quiso denunciar lo que consideraba “los abusos del régimen, las elecciones amañadas, el injusto reparto de la riqueza, el miedo a hablar”. En esta obra, Esono cuenta la historia de un personaje inspirado en Teodoro Obiang que, un buen día, se despierta y ha perdido su condición de presidente del país y se ha convertido en un ciudadano normal que sufre “las consecuencias del régimen que él mismo ha creado”. La intención de Esono era “desendiosar a aquel que es percibido como una especie de Dios”.
Este artista ecuatoguineano se ha significado en los últimos años por mantener una posición muy crítica con su Gobierno, especialmente en el blog Las locuras de jamón y queso, que llegó a ser bloqueado en Guinea Ecuatorial. En él vertía mordaces críticas y comentarios, siempre apoyado en unos dibujos que reflejaban con crudeza su visión del país y de los personajes retratados.
“La corrupción, la pobreza y la represión continúan asolando a Guinea Ecuatorial bajo el liderazgo de Teodoro Obiang”, según el Informe 2017 de Human Rights Watch. A juicio de esta ONG internacional, “los enormes ingresos procedentes del petróleo financian los fastuosos estilos de vida de la pequeña élite que rodea al presidente mientras que una gran parte de la población sigue viviendo en la pobreza». El estudio añade también que persisten problemas como la mala gestión de los fondos públicos, las denuncias verosímiles de corrupción de alto nivel, así como otros abusos graves como la tortura, la detención arbitraria, las desapariciones forzadas, la represión de grupos de la sociedad civil y de políticos de la oposición y los juicios injustos. Se trata del país del mundo con la brecha más grande entre ingresos per cápita e Índice de Desarrollo Humano, situado en el puesto 135 de 188.
A juicio del responsable de EGJustice, Tutu Alicante, «detener arbitrariamente a un artivista por su arte en contra de la falta de libertades básicas y la corrupción es típico de dictaduras que operan al margen de las leyes y con impunidad. Ramón no ha violado ninguna ley ecuatoguineana. El Gobierno de Guinea Ecuatorial debe respetar su derecho a expresarse libremente y ponerle inmediatamente en libertad».
Original en : Blogs de El País África no es un país