En el área urbana de Nairobi, hay alrededor de 60.000 menores de la calle y cerca de 22.000 menores refugiados. Gracias al desarrollo de un proyecto que utiliza el deporte como un motor de agregación, queremos ofrecer alternativas de vida a los niños de la calle y a los menores refugiados en Nairobi. Se tarta de Boresha Maisha lanzado en la primavera de 2017 por el Comité de Colaboración Médica (CCM).
En el gran barrio marginal de Mathare, el CCM trabaja en la defensa y ayuda de los niños y niñas, muchachos y muchachas de la calle a través de un camino psicosocial individual dirigido a la reintegración, la formación profesional y la reintegración en sus familia.
“El proyecto durará tres años, durante los cuales se formará a 50 trabajadores sociales, 15 miembros de los Comités de Salud Comunitarios y 120 trabajadores socio-sanitarios de comunidad para abordar adecuadamente los problemas de los niños de la calle, como el abuso de drogas y las enfermedades de transmisión sexual”, según se lee en la nota enviada a la Agencia Fides por los líderes del proyecto.
“Defenderemos y asistiremos a niñas y niños de la calle. Nuestro objetivo será, ante todo, identificar las situaciones de dificultad, llegar hasta ellas y ofrecer una posibilidad real de cambio. A través del deporte, 500 niños afrontarán la vida de una manera diferente, sintiéndose parte de un equipo, en un ambiente positivo”, dice el CCM.
En diciembre pasado, se realizó el primer torneo para familias de la calle en asociación con otras organizaciones de Nairobi que se ocupan de niños de la calle.
Mathare es una de las barriadas más grandes de los suburbios de Nairobi, donde más de 500 mil personas viven sin infraestructuras ni servicios. Expuestas a inseguridad alimentaria y nutricional, enfermedades relacionadas con la insalubridad ambiental, la dieta y las prácticas sanitarias inadecuadas.
Fuente: Agencia Fides
[Fundación Sur]
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