Cuatro años después del levantamiento popular de Egipto de 2011, que derrocó a Mubarak y aumentó las esperanzas de que se ponga fin al clientelismo político en el país, muchos ciudadanos desesperados votarán a favor del mismo y antiguo sistema.
Alegan que no tienen otra opción. El desempleo ha ascendido al 13% y actualmente dos quintas partes de la población viven bajo o alrededor de la línea de la pobreza, con un empeoramiento en las condiciones de vida que, identifican los ciudadanos, se percibe desde el derrocamiento de Mubarak.
Decenas de detenidos por cargos de corrupción han sido puestos en libertad (especialmente grandes hombres de negocios), destacando en este grupo aquellos que apoyaron a Mubarak, y muchos de ellos parecen volver a las prácticas del pasado: ofrecen recompensas para asegurar los votos políticos. Un ejemplo de estas personalidades es Ahmed Ezz, un posible candidato al escaño en Sadat City, visto por muchos egipcios como uno de los símbolos más poderosos del capitalismo y aliado del ex presidente Mubarak. En la ciudad en la que pretende presentar su candidatura, los residentes parecen apoyarle, alegando que es propietario de muchas fábricas y que proporciona servicios, además de ofrecer más ayuda que el propio Estado, según algunos habitantes.
Algunas fuentes confirmaron a Reuters que diversos vecinos recibieron regalos (mantas o fertilizantes) de parte de Ezz, y también parece estar relacionado con la fundación de un hospital privado y la atención sanitaria. Pero queda acordado que aquellos que se benefician de las concesiones deben votar a favor de aquél que regala, en este caso a favor de Ahmed Ezz.
Egypr Independent – Fundación Sur