Publicado por Sebastian Ruiz
Más de 130 millones de personas, 5 países (Kenia, Uganda, Ruanda, Burundi y Tanzania) una lengua vehicular, el kisuajili, y una industria, la cinematográfica, que vive uno de los momentos más importantes. El pasado 12 de marzo, la Comunidad de África del Este (EAC) junto a la Cooperación Internacional Alemana (GIZ) convocaron un encuentro de tres días en el Primer Foro Preparatorio de Festivales de Cine y de Cineastas con la intención de integrar a todos los festivales de cine y a sus realizadores en un organismo regional. No ha sido una simple idea. Esta vez, la voluntad política apuesta descaradamente por el sector del cine, o en resumidas cuentas, por la cultura y las industrias creativas.
Así lo confirmó la Secretaria General Adjunta de la EAC, la ugandesa Jesca Eriyo, quien felicitó a los directores de los festivales de cine de África del Este por “iniciar el proceso de volver a establecer una alianza de festivales y apoyar el esfuerzo de integración regional a través del cine”. Queda claro que la parte política barre para casa y se cuelga el tanto por un acontecimiento de una naturaleza impredecible en el buen sentido de la palabra. Sectores públicos y privados, de la mano, en busca del viejo dorado en el séptimo arte.
Sin embargo, tras una lectura en clave creativa, se puede esperar que las sinergias de esta iniciativa podrían hacer resurgir la visibilidad del cine made in Africa del Este no solo en los festivales del continente y en los de renombre europeo y estadounidense, sino reforzar con contenido local las parrillas de televisión –actualmente con un porcentaje abrumador de programación extranjera– y también las propias carteleras de cine de las capitales: inundadas de Hollywood y Bollywood.
La cultura se ha utilizado para dar forma y para gobernar la identidad, por este motivo, los festivales son percibidos como canales para la re-formación de imágenes. Lugares que otorgan a las comunidades un enfoque creativo, que ayudan a celebrar los logros, a forjar el concepto comunidad y, también, no debemos pasar por alto, que generan un mayor turismo. El cine es una de esas industrias culturales en la región con un gran potencial para crear empleo para los jóvenes como ya ocurre con Ugawood (la industria incipiente ugandesa), Nollywood (la nigeriana y segunda del mundo en número de producciones por delante de Hollywood). Por delante queda camino y la EAC es consciente de los desafíos críticos a los que se enfrenta como las escasa salas de cine, la infraestructura, la financiación o los derechos de autor entre otros. Pero éstas no son insuperables.
Original en : Wiriko