El cambio climático traerá tormentas más frecuentes y más peligrosas en el Lago Victoria, amenazando notablemente la pesca nocturna, según un estudio publicado en Nature Communications.
Entre 3.000 y 5.000 pescadores mueren cada año en las violentas tormentas que golpean el gran lago en el este de África, según el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Este fenómeno de tormentas ya existe y es especialmente importante por las noches, pero se verá amplificado en gran medida, advierte el estudio.
«Durante el día, se levanta una brisa, que proviene de las aguas frías y llegan a la tierra, que está más caliente», afirma el autor del estudio, Wim Thiery, de la Universidad de Lovaina (Bélgica).
«Por la noche, pasa todo lo contrario: la brisa parte de la tierra que se ha refrescado y alcanza el lago, entonces más cálido”. Si a esto le añadimos el fenómeno de la evaporación, lo que obtenemos es una gran cantidad de tormentas, lluvias, viento y olas, añade.
Por lo tanto, si el clima continúa con su tendencia actual, las precipitaciones, ya abundantes, crecerían, especialmente alrededor del lago, pero sobre todo en el propio lago, concluye el estudio.
En cuanto a los «súper tormentas», que se producen actualmente cada 15 años, éstas se convertirían en anuales a finales de siglo.
El lago Victoria, con una superficie de 70.000 km2, es el más grande de África. Alrededor de 200.000 hombres trabajan en la pesca nocturna.
afriqueexpansion.com
Fundación Sur