La Organización Mundial de la Salud ha confirmado un caso de ébola en Uganda. El paciente es un niño de 5 años que ha sido admitido en la unidad de aislamiento del hospital de Bwera. El 9 de junio viajó desde la República Democrática del Congo con su familia para buscar atención médica en Bwera.
Dos familiares del paciente han mostrado también síntomas consistentes de la enfermedad y se les está examinando por si pudieran contener el virus. Según el Ministerio de Salud de Uganda, los resultados de las pruebas saldrán muy pronto. Un portavoz del ministerio confirmó en la televisión nacional que «todos los demás miembros de la familia congoleña han sido identificados y están aislados en el hospital de Bwera». Además, añadió que «el Ministerio de Salud reitera su llamamiento a todo el pueblo para que coopere con los funcionarios de inmigración, salud y seguridad, para poder garantizar un control eficaz en todos los puntos de entrada y evitar así la propagación del Ébola a otras partes del país».
El Ministerio de Salud, en colaboración con la OMS y el Centro para el Control de Enfermedades, ha enviado un equipo de respuesta rápida a una ciudad de Uganda occidental: Kasese, para ayudar a hacer frente al brote. Entre las ayudas se incluye la administración de vacunas a todos los contactos de pacientes infectados para prevenir nuevas infecciones. La OMS confirmó que el Equipo de Respuesta Rápida que había enviado junto con el Ministerio de Salud, ayudaría a identificar a otras personas que puedan encontrarse en una situación de riesgo y garantizar que se les supervise y se les proporcione atención en caso de que también enfermen: «Uganda tiene experiencia previa en el manejo de brotes de Ébola. En prevención de un posible caso de Ébola que viene de la República Democrática del Congo, Uganda ha vacunado a casi 4.700 trabajadores de la sanidad en 165 centros de salud (incluido el centro donde se atiende al niño con el posible virus); se ha intensificado la vigilancia de la enfermedad; y se ha capacitado a los trabajadores sanitarios para que reconozcan los síntomas de dicha enfermedad».
La región nororiental de la República Democrática del Congo ha luchado para controlar el brote de Ébola desde el 1 de agosto de 2018. Desde entonces, se han confirmado más de 2.000 infecciones y 1.390 muertes. La respuesta se ha visto obstaculizada por el conflicto y la desconfianza generalizada en los profesionales de la salud de la zona, lo que dificulta la administración eficaz de las vacunas.
Simon Allison
Fuente: Mail and Guardian
[Traducción y edición, María Gómez Cordero]
[Fundación Sur]
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