El Banco Mundial ha estado preparando el terreno para las inversiones privadas en África animando la comercialización de las granjas.a través de sus inversiones y los programas de ajuste en África. Igualmente el Banco Mundial ha estado supervisando las reformas sobre las tierras en diferentes países africanos con el fin de estableces un sistema occidental de la propiedad. The Millenium Challenge Account ( MCA) es el que prepara este trabajo y promociona el interés del sector privado por la agricultura en Africa.
Con brevedad exponemos un resumen del papel que el Banco Mundial tiene en la comercialización de la tierra para cultivos y una introducción de lo que es el MCA.
Desde los años noventa, agencias del Banco Mundial-G, especialmente la Corporación Internacional Financiera (IFC), su rama de sector privado, y el Servicio de Asesoría para las Inversiones Extranjeras han trabajado como asesores ofreciendo ayuda técnica y servicios de consulta a los Gobiernos Africanos. Han estado imponiendo sus estrategias bajo el pretexto de facilitar y atraer inversiones extranjeras en el país. Los gobiernos Africanos han aceptado esta condiciones para recibir ayuda del Banco Mundial y otros donantes que canalizan su ayuda a través de él. El IFC ha apoyado la creación de diversas Inversiones y Agencias de Exportación (IEAs) y financio el establecimiento de Compañías de Nacional Acceso al Arrendamiento en África. Estas estructuras se focalizan principalmente en atraer inversiones extranjeras y los presionan para que tomen ventajas de las oportunidades que están unidas a la tierra “ no utilizada”; y algunas como IEAs han establecido incluso un banco de la tierra para reagrupar esa tierra” inutilizada” para las inversiones.
Alrededor de los 80, el BM-G comenzó a promocionar las leyes de reforma sobre la tierra con un énfasis en el estilo occidental, de títulos y registros en países de África. La filosofía del BM-G se concentró en privatizar los derechos de la tierra para así hacerla compatible con la economía de mercado y el sistema occidental de las transacciones individuales de los derechos de propiedad. Sin embargo este sistema está muy lejos de la realidad de África, del concepto de “tierra de los antepasados” que provee comida y recursos para la familia completa y extensa en oposición con la idea de la mayoría de los inversores de negocios de conseguir beneficios de producción a corto termino.
Otra amenaza para los granjeros Africanos y sus granjas es el Millenium Challenge Account (MCA).
The MCA es un programa del gobierno de US que maneja la ayuda extranjera de US y el Millenium Challenge Coorporation( MCC) es la agencia que administra los programas de MCA. La diferencia con una agencia regular de desarrollo es que los ejecutivos del sector privado toman parte en la estructura de liderazgo. El MCA comparte muchas características con los acuerdos de los ajustes estructurales, en particular con su mecanismo de condicionalidad. Los beneficiarios pueden recibir prestamos con la condición de que el país apoye los principios neo-liberales, como el de eliminar todas las barreras para transacciones, creando un clima atractivo de inversiones y acceso a asegurarse la titularidad de la tierra a través de la creación de un mercado privado de la tierra. Existen dos tipos de mecanismos de financiación, los programas Compact y Treshold. El programa Compact es el programa que financia su totalidad en los países que han implementado la mayoría de normas neo-liberales. El Treshold financia pequeñas subvenciones e incentiva a los Gobiernos adoptar más políticas neo-liberales. Muchos de los países Sub-Saharianos están en cola para estos programas de financiación. 13 países tienen programas Compact y 6 más están en el programa Treshold. Los Gobiernos Africanos implementan los programas con la asistencia de consultores nombrados mayoritariamente por la agencia USAID y las compañías multinacionales. Normalmente la mayoría de los Compacts se centran en agricultura puesto que es un objetivo importante del sector para inversores extranjeros.
El primer objetivo para el MCC es la privatización de la tierra para así hacerla una mercancía sencilla para el Mercado. En diferentes países Africanos los gobiernos locales han delegado la elaboración de las políticas y reformas de los sistemas sobre la tierra a compañías multinacionales. Por tanto existe mucho riesgo de captura corporativa de la agricultura africana a través de esos programas.
Incluso cuando la población claramente rechaza ese estilo occidental de reformas de la tierra promovido por los donantes internacionales como es el caso en Benín, el Millenium Challenge Account ( MCA) continua a promover esas reformas.
El principal objetivo del MCA-de Benín es facilitar al inversor el acceso a la tierra a través de las leyes de propiedad privada con un acento en los títulos que se pueden negociar, así como la re parcelación de la tierra y la digitalización de los datos.
En Benín una compañía multi nacional está haciendo un mapa de la calidad de tierras, sus recursos y la posibilidad del agua y está recopilando estos datos en una base numérica. El resultado de este estudio proporcionara un instrumento digital para que los inversores extranjeros y los especuladores puedan comprar tierras detrás de sus ordenadores desde el extranjero.
En Ghana el compact de MCC está centrándose en el incremento de la producción de piña para los mercadores exportadores. Para esto el área de Awutu Efutu Senya se escogió como área piloto y los consultores lo primero que hicieron fue marcar la zona a través de imagines de satélites. Usando esto como base, los consultores comenzaron a desarrollar un sistema de propiedad de tierras basado en títulos personales que tenían un valor de mercado. El Resultado: Hoy día todos los exportadores locales de piña han desaparecido mientras que en el año 2004 aun habían 65 exportadores. El mercado de la exportación está completamente bajo el control de dos compañías multinacionales y tres sub-contratas extranjeras.
Esta reforma de la tierra no es buena para África, solo un sistema que permita el registro local colectivo de la tierra y que proteja los derechos “de costumbre” es el apropiado para África.
La estrategia de BM-G y la creciente participación del sector privado en la agricultura de África ha aumentado a escala grande el robo de las tierras en África. Estas inversiones minan el bienestar de las comunidades locales en términos de un beneficio del uso de las tierras para la producción de comida y en el acceso al agua y otros recursos. Esta perversa tendencia amenaza también la seguridad global de los alimentos y la vida de los granjeros y sus familias. La UE tiene peso político en la estructura de BM-G a través de su cercana asociación con el BM-G y la cantidad considerable de votos de derecho que tienen sus países .miembros. Por tanto, hacemos un llamamiento urgente a la UE y sus estados miembros a cambiar esta posición y comunicar al Banco Mundial que ponga fin a las políticas del BM-G y las actividades que promueven el robo de tierras en África. Igualmente las asociaciones privadas públicas con detrimento de ello deberían de evitarse. De una manera particular los que hacen las políticas de los que forman el G8s- la Nueva Alianza en Seguridad de Alimentos y Nutrición deberían oponerse a las compañías multi nacionales y negocios agrarios de hacerse cargo de la agricultura en África porque está dañando a las familias de los granjeros.
Begoña Iñarra y Gino Brunswijck
Secretaria de AEFJN- Bruselas
Traducido del inglés para Fundación Sur