El Banco Mundial (BM) ha estimado que el crecimiento económico en la región de África subsahariana durante el presente año será del 2,5 %, menor del 3,6 % mostrado durante el 2022, debido a que la creciente inestabilidad ha afectado a las potencias económicas de Sudáfrica, Nigeria y Angola.
Esta entidad ha registrado una falta de crecimiento del producto interior bruto (PIB) per cápita en la región desde 2015 que, sumado a un rápido crecimiento demográfico y a una deuda pública bastante elevada, podría traducirse a medio y largo plazo en un aumento de la pobreza extrema, un freno a la creación de empleos y, por ende, a la prosperidad económica, así como existe un alto riesgo de sobreendeudamiento en 20 países de África subsahariana.
Desde el Banco Mundial se considera que las principales razones de esta situación serían la inestabilidad política, la fragilidad, el aumento del conflicto y la violencia. En este contexto, ha considerado que Sudán, que se haya actualmente dividido por una importante guerra interna, sufrirá una recesión del 12 %.
De cara a futuro, el BM ha elaborado proyecciones bastante optimistas, en cuanto prevé que la economía nigeriana crecerá un 2,9 %, Angola un 1,3 % y Sudáfrica un 0,5 %. En términos más generales estima que en 2024 se registrará un aumento del PIB regional del 3,7 % o incluso del 4,1 %.
Fuente: The North Africa Post – Imágenes: Pixabay, M.Bitton
[Traducción y edición, Pietro Scardovi]
[CIDAF-UCM]