“Este Jubileo es un motivo de alegría y esperanza. Alegría por los dones de gracia recibidos en estos 50 años y esperanza por el trabajo a realizar en los próximos años con la gracia de Dios”. Son las palabras del arzobispo Protase Rugambwa, Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en su discurso en Kampala con motivo de la XVIII Asamblea Plenaria del SECAM (Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar) que marca el cierre del año jubilar del 50 aniversario del Simposio.
“La creación del SECAM fue y sigue siendo un auténtico signo de Dios para la Iglesia en África”, dijo el arzobispo que transmite el Mensaje de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. El organismo puede convertirse en una gran fuerza para el futuro de la Iglesia en el continente. En este sentido, deseo con todo mi corazón que este aniversario marque una oportunidad para que vosotros y toda la Iglesia en África reflexione sobre la renovación espiritual y pastoral. Aprovechando con alegría las fuentes de inspiración de los fundadores del SECAM, que eso sea el motor de una Iglesia, fuente de esperanza para los pueblos africanos”.
“Iglesia-Familia de Dios en África, ¡celebra tu jubileo! Proclama a Jesucristo, tu Salvador” es el tema del aniversario, en línea con las Asambleas Especiales para África del Sínodo de los Obispos celebradas en Roma en 1994 y en 2009 que concluyeron con la publicación de las Exhortaciones apostólicas post-sinodales Ecclesia in Africa, del Papa Juan Pablo II, y Africae Munus, del Papa Benedicto XVI. “El tema de vuestra celebración jubilar, – subrayó el arzobispo-, establece un vínculo especial entre el pasado y el presente, y evoca la misión de la Iglesia en el continente africano”. Con respecto a la imagen de la Iglesia, Familia de Dios, particularmente adecuada para la evangelización de África, el arzobispo citó a San Juan Pablo II, quien esperaba una elaboración de la teología de la Iglesia-Familia “en toda la riqueza inherente a este concepto”, y al Papa Benedicto XVI con estas palabras: “debemos comprometernos a transmitir los valores que el Creador ha inspirado en los corazones de los africanos desde los albores de los tiempos”.
El obispo Rugambwa recordó la primera visita de un Pontífice a África en 1969, cuando el Pablo VI visitó Kampala para concluir el Simposio de Obispos Africanos, consagró nuevos obispos indígenas, rindió homenaje a los mártires de Uganda y administró los sacramentos del bautismo y la confirmación a veintidós nuevos cristianos africanos. En esa ocasión, Pablo VI “ofreció un fuerte mensaje que debía llevar a la Iglesia en África a ser consciente de sí misma y de su tarea dentro del continente: Vosotros, los africanos sois los misioneros de vosotros mismos”.
“La apreciación de las culturas africanas que hoy se traduce en el concepto de inculturación fue un punto importante en la enseñanza de San Pablo VI, no solo para África, sino sobre todo por África”, destacó. Pablo VI fue uno de los promotores de las culturas africanas como fuerza que expresa la fe cristiana. “El propósito de la inculturación, ayer como hoy, es sacar a relucir una Iglesia auténticamente africana, siempre profundamente cristiana y católica, un signo de la presencia salvadora de Dios en el corazón de las realidades africanas”.
Siguiendo la estela de las enseñanzas de Pablo VI, instó al SECAM a “vivir el afecto colegial o la colegialidad afectiva, de la cual se deriva la solicitud de los obispos por las otras Iglesias particulares y por la Iglesia universal”, y enfatizó que “la Iglesia en África está llamada a formar conciencias rectas y receptivas a las exigencias de la justicia, para que hombres y mujeres sean maduros y capaces de crear un orden social justo a través de su conducta responsable”.
En conclusión, el arzobispo Rugambwa animó, recordando lo que hizo el SECAM para el crecimiento y el desarrollo de la Iglesia en África, a hacer realidad las palabras del Papa Francisco cuando habló de la necesidad de transformación y conversión en la Iglesia: “Contando con la ayuda del SECAM, la Iglesia en África, en sus miembros y estructuras, está llamada a una autorreforma permanente por fidelidad a Cristo”.
Fuente: Agencia Fides
[Fundación Sur]
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