El arruinado Clément Mouamba, primer ministro de pacotilla del dictador Sassou-Nguesso

11/05/2016 | Opinión

Al nombrar como primer ministro a su amigo, el economista Clément Mouamba (73 años), el dictador y autoproclamado presidente Sassou-Nguesso, el diabólico mercader de ilusiones, trata de reciclar perpetuamente sus viejas quimeras al querer dar coherencia a su discurso de investidura del 16 de abril de 2016. Sin la más mínima vergüenza declaraba querer hacer todos los esfuerzos para luchar contra la cesantía, la misma que él no fue capaz de detener en 32 años de reinado absoluto, con un barril de petróleo a más de 100 dólares, y que desde hace varios meses sólo fluctúa en unos 30 dólares.

¿Quién es Clément Mouamba?

Para los congoleses, Clément Mouamba es en primer lugar un hombre en la quiebra. Presidente director general del Banco Comercial Congolés (BCC), el que fuera el banco congolés más grande bajo el anterior reinado de Sassou-Nguesso (1979-1991) se declaró en quiebra bajo la autoridad del nuevo primer ministro congolés que por aquél entonces tenía a su vez el cargo de consejero económico de la presidencia. El inicio del análisis, que hizo de esta institución bancaria la Conferencia Nacional Soberana en 1991, puso de manifiesto la gestión arriesgada y caótica de Clément Mouamba, que no le negaba nada a la clientela de la autoridad de la época.

A pesar de sus desaciertos, y como un fénix, este antiguo funcionario del partido único (PCT) volvió como ministro de finanzas del presidente Pascal Lissouba, elegido democráticamente el 31 de agosto de 1992, ante el asombro general de sus partidarios. El presidente Pascal Lissouba ingenuamente creyó que Clément Mouamba, originario del departamento de Lekoumou, uno de sus adherentes, le aportaría en un periodo en donde el país pasaba por un cese de pagos, el conocimiento necesario de los mafiosos circuitos financieros del antiguo régimen… ¡en vano! Estos últimos estaban bloqueados por un tal Loïk Le Flock Prigent, ¡presidente director general de ELF Aquitaine…!

Sin embargo, luego de buenos y leales servicios, Pascal Lissouba le ofrece un paracaídas dorado al ponerlo a disposición del Banco Africano de los Estados de África Central (BEAC), donde oficia como presidente de la Oficina Monetaria de África Central (OMAC), y consejero especial del gobernador del banco; hasta su retiro.

Traicionar a Pascal Lissouba para reconciliarse con Sassou-Nguesso.

Mouamba.jpgDesde su cómodo exilio en Yaoundé, para volver a caer en gracia delante del monarca, Clément Mouamba debía dar una señal fuerte. Aceptó traicionar a quienes había servido, y la ocasión le fue dada durante el juicio que condenó por rebeldía, el 28 de diciembre de 2001, al presidente Pascal Lissouba a 30 años de trabajos forzados por alta traición con una multa de 25 mil millones de Francos de CFA de África Central (37 millones de euros) por el negocio del contrato petrolero entre el gobierno congolés con la sociedad americana OXY. En este mismo juicio, los Sres. Benoît Koukébéné y Nguila Moungounga Nkombo, ministros del petróleo y de finanzas respectivamente, fueron condenados en rebeldía a 20 años de trabajos forzados. El rol de Clément Mouamba, quien era ministro de economía durante el gobierno que firmó este acuerdo petrolero, fue acreditar la tesis del poder en este juicio estalinista, según la cual el profesor Pascal Lissouba y sus ministros anteriormente citados, habían malversado una parte de los 150 millones de dólares de dicho contrato, a pesar de sus advertencias.

Al momento de los hechos, fue pronunciada una orden de sobreseimiento para disculpar a Clément Mouamba, así como una tal Claudine Munari, ministra y directora del gabinete del condenado presidente.

Una autoridad y su presunto primer ministro en un callejón sin salida.

Clément Mouamba, al salir del supuesto diálogo de Sibiti, habría tenido una pizca de legitimidad aceptando este puesto. Sassou-Nguesso no había terminado su traición relativa al referéndum, ni su atraco electoral del 20 de marzo último y aún menos sus crímenes contra la humanidad al bombardear las poblaciones civiles de Pool, ni los asesinatos y los arrestos arbitrarios. Entonces ¿qué pudo llevar a este apacible jubilado a tomar este cargo de alto riesgo que se le acaba de ofrecer?

Denis Sassou-Nguesso, quedará como un dictador presidente no reconocido por la Comunidad Internacional (la reciente reunión de la COP 21 en Nueva York el pasado 22 de abril le fue prohibida). Clément Mouamba no podrá en ningún caso ser un primer ministro aceptado y reconocido por esta misma comunidad; salvo en Pekín, Moscú, N’Djamena y Bujumbra. Cualesquiera sean las personalidades que él decida designar para finanzas, petróleo, bosques, defensa e interior, quien seguirá siendo el verdadero ministro de estas áreas es Denis Sassou-Nguesso. Que no se trate de hacernos creer que el nuevo primer ministro podrá limpiar los establos de Augias. Ni siquiera podrá aproximarse a ello y aún menos pedir cuentas a Denis Christel Sassou-Nguesso, ni tampoco a Willy Etoka o a Lucien Ebata

Además, desde el nombramiento de su promulgado gobierno, Clément Mouamba podrá ser responsabilizado de los abusos que sean cometidos en Pool o en cualquier otra parte del territorio congolés. Estos cargos no tienen nada que ver con lo que se le podría reprochar del pasado.

Si se hubiera pegado un tiro en la cabeza, o en el pie, tendría el mismo efecto que esta aceptación para ser primer ministro de esta presidencia de marionetas. ¡Estos dos compañeros parecen, ambos, haber perdido completamente la razón que normalmente les otorga su edad!

Clément Mouamba contra Tsaty-Mabiala: la UPADS contra la UPADS.

Aunque el dictador Sassou-Nguesso haya robado la victoria del pueblo autoproclamándose presidente de la República, una de las enseñanzas de la elección presidencial del 20 de marzo de 2016 es el rechazo total de Pascal Tsaty-Mabiala entre los adherentes de la UPADS, Unión Panafricana por la Democracia Social, fundada por Pascal Lissouba.

En efecto, los electores de estas regiones votaron de forma masiva por el general Mokoko, cansados dicen, de las traiciones y de la notoria incapacidad para ponerse de acuerdo de los dirigentes políticos que se identifican con Lissouba.

Como marginalizó a todos los actores históricos de la UPADS con el apoyo de Sassou-Nguesso a través de Pascal Ngamassa (primo de Lissouba), el actual secretario general de este partido Tsaty-Mabiala se encuentra solo contra todos, teniendo como adversario toda la nebulosa del CAP, Congreso Africano para el Progreso, de los Sres. Itadi, Mounkouenke, Tamba-Tamba, Tsaty-Mboungou… sin olvidar al actual primer ministro Clément Mouamba con quien la ruptura de los bancos es total.

Tsaty Miabala atrapado por su excesivo ahínco

El excesivo ahínco de Tsaty-Mabiala lo condujo a reconocer la victoria de Sassou-Nguesso, llamando a sus militantes a armarse para las futuras elecciones legislativas; lo cual terminó por desacreditarle. Salvo que en los próximos escrutinios, el dictador Sassou-Nguesso querrá reforzar políticamente a su aliado Clément Mouamba, a quien él atribuirá la elección de los diputados; puesto que estos son designados y no electos. Es probable que Tsaty-Mabiala pierda su cargo de diputado de Loudima en las próximas legislativas, como lo fue en las últimas elecciones para los Sres. Mounkouenke y Tamba-Tamba.

Clément Mouamba no sólo tendrá la mano sobre las designaciones políticas, sino que también sobre las de la administración civil y militar. Entre la UPADS de Tsaty-Mabiala que rápidamente se convertirá en una cáscara vacía, los traidores del Gran Niari y los desertores de la UPADS se unirán a la velocidad del rayo a la galaxia Sassou del actual primer ministro

En 2017, la UPADS entrará en su fase de naufragio definitivo…

¡Pobre Pascal Lissouba!

¡Pobre Congo!

Mingwa Biango

congo-liberty.com

[Traducción, Jeimy Henríquez Cáceres]

[Fundación Sur]

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