La Unión Europea ha rechazado el intento realizado por su Comité de Asuntos Exteriores que trataba de considerar a las autoridades de Tanzania como responsables del deterioro de la democracia y los derechos humanos, además del cuestionable uso de los fondos que el país había recibido para mitigar los efectos adversos de la covid-19.

El vicepresidente y alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, ha respondido al presidente del Comité parlamentario, David McAllister, recordándole que la UE continúa con su compromiso con el gobierno de Tanzania y que mantiene diversos mecanismos de comunicación abiertos con el país africano. Así, Borrell afirmaba:

“Nuestra relación con Tanzania va mucho más allá de las relaciones donante-beneficiario. La cooperación al desarrollo ha sido y sigue siendo fundamental y es nuestro deber apoyar los avances que ocurran en el país e impulsar los objetivos de la UE como el Pacto Verde Europeo”.

En noviembre de 2020, McAllister lideró un debate acerca la aprobación de un nuevo envío de 27 millones de euros a Tanzania bajo la premisa de ayudar al país a mitigar los efectos de la pandemia. El debate se centró en por qué la UE seguía enviando dinero a Tanzania si el país había afirmado que estaba libre de covid-19 desde junio de 2020.

Pese a las diversas irregularidades políticas y económicas que se han estado sucediendo en Tanzania, y que han resaltado algunos parlamentarios europeos con ayuda del opositor del país africano, Tundu Lissu, la Unión Europea ha defendido su postura oficial de colaboración con Tanzania.

Bob Karashani

Fuente: The East African

[Traducción y edición, Mikel Corada Cabanellas]

[Fundación Sur]

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