El adefesio, por Rafael Muñoz Abad

23/03/2015 | Bitácora africana

Nuestra política es un esperpento digno del ilustrísimo Valle-Inclán y en cuestiones de índole africana la situación no mejora. Aunque lo cierto es que para vivir de espaldas a Africa, sí que tenemos un número razonable de representaciones diplomáticas. Cuestión bien distinta es el compromiso real de nuestra agenda de exteriores. No tenemos peso específico en el continente y recurrimos a que Francia nos solucione las papeletas. Algo incompresible amparándonos en nuestra geografía. Aún con el recuredo surrealista de la señora de la Vega brincando y hablando de solidaridad [vestida de Gucci] en Burkina Faso, imagino que antes de ir, pensaba que el nombre correspondía al de una diseñadora, tenemos ahora que aguantar las giras del infausto ZP. El padre “intelectual” de la Alianza de Civilizaciones también tiene sus “joyas” africanas – yo lo nombraba embajador para el Estado Islámico y así puede comprobar eso de la pluralidad desde el interior de la jaula -. Con sus ínfulas de hombre de estado…el spanish JFK osó compararse con Nelson Mandela. Sin comentarios. No olvidemos su pose con Mohammed VI junto a un mapa en el que Marruecos incluía a Canarias y Al Ándalus. Esperpento. Y la última de este imprudente, amigo de las causas justas, pero siempre pasando por caja, ha sido en Dakhla. ¡Antigua Villa Cisneros ZP ¡ Allí, Rabat busca mostrar, de cara a la comunidad internacional y la Union Africana, el rostro más conciliador de un país que no es tan cordial. España sufre las pataletas marroquíes y nos pasamos la vida postrados ante el moro. Ceuta y Melilla, inmigración y pesca, sólo son algunos ejemplos de nuestra debilidad bilateral. Confundimos diplomacia con servilismo. Y del Sahara mejor ni hablemos. Cuestión en la que ZP tiene un maestro en Felipe González y sus voces a favor de la causa saharaui. Después, ya con baldosa de Moncloa, olvidadas. Y allí, en Villa Cisneros, estaba José Luis; pues también [allí] estaba el manoseado y prostituido binomio pluralidad-respeto que tanto le pone. ¿Recuerdan su cita con Gaddafi? De cualquier manera, el bochorno es del que le invita. Y es que sólo le faltó llevar a Moratinos el llantinas; amigo de inclinarse ante el sultán alauí.

CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA ULL.

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Autor

  • Doctor en Marina Civil.

    Cuando por primera vez llegué a Ciudad del Cabo supe que era el sitio y se cerró así el círculo abierto una tarde de los setenta frente a un desgastado atlas de Reader´s Digest. El por qué está de más y todo pasó a un segundo plano. África suele elegir de la misma manera que un gato o los libros nos escogen; no entra en tus cálculos. Con un doctorado en evolución e historia de la navegación me gano la vida como profesor asociado de la Universidad de la Laguna y desde el año 2003 trabajando como controlador. Piloto de la marina mercante, con frecuencia echo de falta la mar y su soledad en sus guardias de inalcanzable horizonte azul. De trabajar para Salvamento Marítimo aprendí a respetar el coraje de los que en un cayuco, dejando atrás semanas de zarandeo en ese otro océano de arena que es el Sahel, ven por primera vez la mar en Dakar o Nuadibú rumbo a El Dorado de los papeles europeos y su incierto destino. Angola, Costa de Marfil, Ghana, Mauritania, Senegal…pero sobre todo Sudáfrica y Namibia, son las que llenan mis acuarelas africanas. En su momento en forma de estudios y trabajo y después por mero vagabundeo, la conexión emocional con África austral es demasiado no mundana para intentar osar explicarla. El africanista nace y no se hace aunque pueda intentarlo y, si bien no sé nada de África, sí que aprendí más sentado en un café de Luanda viendo la gente pasar que bajo las decenas de libros que cogen polvo en mi biblioteca… sé dónde me voy a morir pero también lo saben la brisa de El Cabo de Buena Esperanza o el silencio del Namib.

    @Springbok1973

    @CEAULL

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