Más de un tercio (36%) de los niños no escolarizados en el mundo viven en zonas de conflicto, un fenómeno que ha empeorado desde el año 2000 y en el que las niñas son especialmente vulnerables, advierte el jueves la Unesco.
La educación en «situación de urgencia compleja», es decir, en contextos de guerras, disturbios civiles, desplazamientos de población a gran escala, es un «problema creciente», señala la organización de la ONU en un informe de seguimiento de la “Educación para Todos” (EPT), iniciativa en la que se comprometieron164 países en Dakar en el año 2000.
Estas situaciones «pueden dar lugar a la proliferación de ataques a las escuelas, violaciones y violencia sexual, que acentúan la marginación de grupos ya de por sí desfavorecidos. Niños y niñas en riesgo de ser reclutados por la fuerza, a veces en su misma clase, y ser utilizados para luchar en el frente, cometer atentados suicidas, servir como espías o como esclavas sexuales y aquí las niñas son particularmente vulnerables”.
Nigeria, donde más de 200 alumnas de secundaria fueron secuestradas hace un año por el grupo islamista Boko Haram, es el escenario de ataques contra escuelas, mientras que en el apogeo de la guerra en Afganistán, las escuelas para niñas son el objetivo.
«Me fui porque por todos estos acontecimientos, con los rebeldes» refleja en el informe Sita, una estudiante de Nigeria. «Destruyeron nuestra escuela, no se podía ir allí. No les gustaba la forma en que algunas niñas íbamos vestidas. Nos gritaban, diciéndonos que nuestra ropa era indecente. Rompieron nuestros escritorios y destruyeron nuestros libros”.
En Siria, algunos temen que la crisis vaya a llevar a una «generación perdida». A finales de 2013, 2,2 millones de niños sirios en edad de ir a la escuela, sobre un total de 4,8 millones no estaban escolarizados, lo mismo que medio millón de niños refugiados en Egipto, Iraq, Jordania, Líbano y Turquía, precisa la UNESCO.
Contra todo pronóstico, algunos países han logrado avances significativos, como Sierra Leona, después de once años de conflictos, desde 2005, ha logrado reducir a la mitad el número de niños que nunca habían ido a la escuela, reduciendo el trabajo infantil.
No fue sino hasta el 2000 que la educación se convirtió en un componente integral de la acción humanitaria, con la creación de la Red Interinstitucional para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE), con participación de organismos internacionales, ministerios y ONG, tanto en situaciones de conflicto como en desastres naturales.
Sin embargo, «el bajo porcentaje de ayuda humanitaria destinada a la educación sigue siendo un problema importante», señaló la Unesco.
lentrepreneuriat.net – (Fundación Sur)