cerca de dos millones de personas participaron en el hajj, uno de los cinco pilares del Islam, obligatorio al menos una vez en la vida para todos los musulmanes, durante el presente año. Con 1,6 millones del peregrinos provenientes del extranjero, la peregrinación, determinada por el calendario lunar islámico, ha coincidido en los últimos años con el sofocante verano saudí, exacerbando los riesgos para los peregrinos. Trágicamente, estas condiciones propiciaron la muerte de más de 1100 personas durante el hajj de este año.
Según el Gabinete egipcio, las compañías involucradas en estas peregrinaciones organizaron viajes utilizando visados de visita personal, lo que impide que los peregrinos ingresen a La Meca a través de los canales oficiales. Este método ha resultado en un aumento significativo de muertes entre los peregrinos egipcios no registrados, llegando a 630 del total de 658 fallecidos. El primer ministro de Egipto, Mostafa Madbouly, ha anunciado que tomará medidas contra dieciséis empresas de turismo, revocando sus licencias y remitiendo a sus gerentes a la fiscalía por facilitar ilegalmente peregrinaciones a La Meca.
Al igual, el Gabinete ha señalado que se impondrán multas a estas empresas en beneficio de las familias afectadas. Con estas políticas, el Gobierno egipcio pretende frenar el uso de métodos de peregrinaje no oficiales que, han proliferado debido a los altos costos del hajj y la introducción en 2019 de un visado de turismo general por Arabia Saudita, lo que ha facilitado la entrada al país
Fuente: The Guardian
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]