Egipto, Libia, Chad y Sudán han llegado a un acuerdo para el uso común de la falda acuífera nubia con el objetivo del beneficio común. Esta reserva de agua es un tesoro único pero no renovable, capaz de ayudar a estos países donde nunca está asegurada la provisión de agua.
El acuerdo, firmado en Viena, forma parte de un programa de cooperación que tiene el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de otros entes de la ONU. El punto central establece la creación de una autoridad conjunta para el manejo de la falda acuífera, que promueva un uso sostenido, equitativo y compartido de la misma.
La falda, que es legado de un pasado remoto en que el clima era mucho más húmedo que en la actualidad, es la mayor reserva mundial de aguas ‘fósiles’ es decir, no renovables. Se estima que en un estrato de piedra arenisca en el subsuelo de una de las regiones más áridas del África, entre el noroeste de Sudán, Egipto, el noreste de Chad y el sureste de Libia hay una reserva de 150.000 kilómetros cúbicos de agua.
MISNA