Egipto ha deportado a Asmara a 400 eritreos que solicitaban asilo y planea obligar a volver a otros 1.200, que están en centros de detención en Egipto, según Amnistía Internacional.
La organización de defensa de los derechos humanos asegura que un primer grupo de 200 solicitantes de asilo ha sido devuelto a Asmara por avión el día 11 de junio, tras haber negado durante meses el acceso a los detenidos por parte de los representantes de la Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas, UNHCR.
Otros 200 fueron trasladados por la misma vía, un vuelo especial de las líneas aéreas egipcias, el día 12 por la noche, y hay más vuelos planeados para deportar a los eritreos que quedan en el país, según denuncia Amnistía.
“La mayoría de los solicitantes de asilo eritreos en el extranjero, tienen muchas posibilidades de sufrir detenciones arbitrarias, de ser incomunicados en condiciones inhumanas durante semanas, meses o incluso años, y correrán un serio peligro de ser torturados y sufrir otro tipo de tratos inhumanos”, declara Amnistía.
Según un activista de Amnistía Internacional, los solicitantes de asilo cuando supieron que estaban siendo deportados empezaron a implorar a las fuerzas de seguridad que no les deportasen, incluso amenazaban con suicidarse. Entre los deportados había mujeres y niños.
La UNHCR asegura que Egipto ha impedido todo acceso a los inmigrantes eritreos, detenidos el pasado mes de febrero, impidiendo así que estos tramitasen formalmente sus solicitudes de asilo político. La agencia de la ONU ha expresado su preocupación por 1.600 inmigrantes que se cree que están detenidos, principalmente eritreos, que han entrado ilegalmente en el país, por tierra, a través de Sudán, o por el mar Rojo y que se encuentran en esta misma situación, de incomunicación.
La deportación de eritreos va contra las indicaciones de la ONU que expresamente aconseja no deportar a los eritreos por razones de que podrían ser maltratados a su regreso.
El Ministerio de Exteriores de Egipto no ha hecho comentarios sobre el asunto.
En Egipto viven decenas de miles de migrantes africanos. Durante los últimos meses se ha incrementado el número de eritreos que llegan a su territorio, y la Agencia de la ONU cita como razón la deteriorada situación de los derechos humanos en sus país. Estas decisiones del Gobierno de Egipto se han tomado cuando ha empezado a recibir presiones por parte de Israel, para que bloquee el flujo de migrantes hacia su país, a través del monte Sinaí.
La policía egipcia ha disparado y matado a 13 migrantes en la frontera de Israel en lo que va de año, y ha detenido a otros muchos.
(IOL, 13-06-08)
