La implantación de la enseñanza gratuita en Tanzania ha visto cómo se triplicaba el número de niños que ahora asisten a la escuela, en algunas áreas, en comparación con el año pasado. Cientos de niños hicieron cola para matricularse cuando las escuelas abrieron sus puertas en enero.
En diciembre del año pasado el gobierno anunció su nueva política: los niños matriculados en las escuelas primarias y secundarias ordinarias recibirían educación gratuita. El objetivo de la iniciativa es que los niños de familias con bajos ingresos puedan asistir a la escuela y recibir una educación sin tener en cuenta la situación financiera de sus padres. La gran afluencia de niños este año demuestra cuántos de ellos no habían ido antes debido a los costes.
Sin embargo, mientras que esto es un logro importante para el país, ha causado algunas dificultades. Muchas escuelas se vieron desbordadas por la cantidad de niños que trataban de matricularse. Las escuelas primarias de Arusha se esforzaron por ofrecer suficientes aulas, libros e instalaciones sanitarias. También se ha sabido que, simplemente, no hay suficientes maestros para tantos niños. Lamentablemente, esta es una clara señal de que el gobierno no se preparó adecuadamente para la cantidad de estudiantes que se iban a matricular este año.
La educación universal es considerada un derecho humano básico por el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) que se ha comprometido a garantizar que todos los niños tengan acceso a la educación gratuita. La decisión de Tanzania está en la dirección correcta, sin embargo, como todo lo nuevo, las trabas en el proceso de implementación necesitan una solución con el fin de garantizar que todos los niños reciban la educación que se prometió.
Arusha times
Fundación Sur