Eduardo Soto-Trillo es jurista internacional que ha participado en diversas misiones internacionales como observador de los derechos humanos. Este domingo en Levando Anclas (29/3/2009) presenta el libro “Los olvidados. Revelaciones de un viaje a la dramática realidad de Guinea Ecuatorial”. El autor emprende un viaje acompañando a su padre, medico en los últimos años de la colonia. Es un reencuentro con la añorada tierra africana y una reflexión sobre la situación social y política de la actual Guinea Ecuatorial.
Eduardo Soto-Trillo ha participado de observador internacional de la Unión Europea en misiones a países como Liberia, Zimbabue, Togo, Ruanda, Angola, Timor Oriental, Argentina, Chile, Paraguay, Colombia, Guatemala, Kosovo, Macedonia… Su primer libro “Voces sin voz” (Bogotá 2002) recoge las condiciones de la población civil en la zona controlada por las FARC. En su actual obra “Los olvidados”, editado por Foca, Eduardo explica la relación familiar con Guinea Ecuatorial. Sus padres vivieron durante los años 60 en la antigua colonia española.
En “Los olvidados” el autor describe la salida de los colonos tras la independencia el 12 de octubre de 1968. Algunos huyeron con lo puesto. Su padre se quedo hasta 1969. Recordó muy dentro de sí África y sus gentes.
Treinta y tres años después decide volver para reencontrarse con antiguos compañeros en los hospitales en donde trabajo. Eduardo no pierde la oportunidad de acompañarle en este retorno y así conocer de primera mano la evolución y situación actual de Guinea Ecuatorial.
En 2004, durante un mes, los protagonistas visitan Malabo y Luba en la isla de Bioco. Llegan a Bata en la parte continental. Se hospedan en el monte Alen en donde a las noches escuchan los sonidos producidos por los gorilas. El objetivo final es el hospital de Evinajong.
“Los olvidados” es una crónica de viaje nostálgico pero además y sobre todo, una reflexión sobre la falta de derechos humanos en Guinea Ecuatorial, una critica a la cooperación española, los intereses franceses y norteamericanos y el boom del petróleo que no ha traído ventajas a la población.