Ébola, la Unión Africana y la guerra bioeconómica: cuestiones sanitarias y desafíos para África

28/10/2014 | Crónicas y reportajes

Se necesita una extensa educación pública sobre el ébola, incluidos sus posibles lazos con la investigación de armas biológicas en Occidente. Como respuesta al presente brote de África Occidental, la Unión Africana (UA) y ECOWAS (la Comunidad Económica de Estados de África Occidental) han decepcionado catastróficamente a la gente de la región y a África.

INTRODUCCIÓN

Mientras que el brote de ébola se propaga rápidamente, y las estimaciones creen que en los próximos meses habrá más de 1,4 millones de personas infectadas, la Unión Africana y el bloque regional ECOWAS se han mantenido en segundo plano mientras la prensa internacional usa el virus para estigmatizar a África y a los africanos. Se han realizado pocas declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los avisos del Banco Mundial de que el ébola podría tener costes «catastróficos» en las economías de la región. El Banco Mundial aún no ha aceptado la responsabilidad de haber promovido políticas neoliberales que degradaron las instalaciones sanitarias africanas. En este artículo, a esta degradación se le llamará la guerra económica. La guerra bioeconómica es la combinación de la guerra económica y de la biológica. En medio de esta tragedia, el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos usan la muerte de miles de personas para remilitarizar África Occidental. Curiosamente, esta intervención de carácter militar con la división de tres sociedades entre los EEUU (Liberia), Francia (Guinea) y el Reino Unido (Sierra Leona) asegura que el interés periodístico se centre en el despliegue militar de los estados occidentales y no en las medidas de educación pública.

El tipo de respuesta internacional que se necesita para luchar contra la guerra bioeconómica requiere una educación pública diferente y la movilización a la que tanto han apelado la UA y ECOWAS. Liberia, Sierra Leona y Guinea son sociedades que están en el centro del brote de la fiebre hemorrágica del Ébola (EHF), del que algunos autores han dicho que está fuera de control. [1] Estos tres territorios son miembros de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS). ECOWAS es una de las cinco organizaciones regionales que componen la UA. Seis meses después de que se hiciese patente que esta epidemia era global, en agosto de 2014, hubo una reunión de ECOWAS en Ghana para tratar el brote. En esta reunión, se destacó que la mejor forma de frenar la expansión del ébola y de tener bajo control la enfermedad eran la cuarentena efectiva, el aislamiento y la educación pública. No hay ningún indicio de que la UA o ECOWAS estén poniendo todos sus esfuerzos en controlar la enfermedad. Ese mismo mes de agosto, la Directora General de la OMS confirmó que, el brote es «el más grande, el más grave y el más difícil que hemos visto en casi 40 años de esta enfermedad.»

Una de las prioridades de la educación pública para los ciudadanos es tener una compresión total del origen del ébola y del tipo de reacciones que pueden ayudar a contener la epidemia. Los ciudadanos necesitan entender en todo el mundo que el ébola no es especialmente contagioso. Debería haber una aclaración de que el ébola no tiene cura; todos los tratamientos y vacunas que se están usando hasta ahora son experimentales. Los requisitos son sencillos: una infraestructura sanitaria consolidada, instalaciones de agua potable higiénicas y un medio ambiente limpio. En resumen, el ébola sólo puede contenerse con unas sólidas instalaciones sanitarias. Estas mismas instituciones y organizaciones que han estado al frente de la guerra bioeconómica en África no pueden liderar la movilización contra el ébola. Esta movilización no la tienen que dirigir los militares sino el liderazgo médico civil. El ébola es un desafío más para un nuevo tipo de liderazgo en África que valore las vidas de los productores.

ÉBOLA: ¿CUÁL ES EL ORIGEN?

Según distintos comunicados de prensa, el actual tipo de ébola se originó en Guinea a finales de 2013 y llamó la atención internacional en el momento en que se había extendido por África Occidental en marzo de 2014. Los síntomas de la fiebre hemorrágica del Ébola comienzan entre los 4 y los 16 días tras la infección. Las personas sienten fiebre, escalofríos, dolores de cabeza y musculares, y la pérdida del apetito. Según progresa la enfermedad, se pueden dar: vómitos, diarreas, dolor de garganta, dolor en el abdomen y en el pecho. El paciente puede tener hemorragias en los puntos de inyección así como en el tracto gastrointestinal, la piel y los órganos internos. La tasa de mortalidad normalmente es muy alta. Este virus no se contagia mediante el aire, por estornudos o tos, como un resfriado normal. Se contagia debido al contacto frecuente con fluidos corporales y sólo nos lo puede pasar alguien que tenga síntomas.

Ante todo, debemos aclarar que el ébola no es una de esas enfermedades conocidas por la mayoría de curanderos y doctores en África. Las revistas científicas de todos los continentes confirman la profunda ignorancia sobre este virus. Hace 15 años, el prestigioso International Journal of Infectious Diseases declaró que «filoviridae es la única familia de virus sobre la que tenemos una gran ignorancia.» [2] ¿Qué justifica la gran ignorancia de parte de los mejores investigadores occidentales?

Dentro de África, los que tienen más experiencia, los curanderos tradicionales no saben tratar esta enfermedad. Los informes de la prensa convencional sitúan el primer brote de ébola en África en 1976. Este virus se nombró de este modo por un río de la República Democrática del Congo (antes Zaire), donde presuntamente se contagió el ébola por primera vez. Entonces, según la información publicada por el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Atlanta, el ébola es parte de la familia de los virus ARN conocidos como filovirus. Cuando se amplió varias miles de veces en un microscopio electrónico, estos virus parecían largos filamentos de un hilo. Aunque el CDC sitúa el primer brote de ébola en Zaire en 1976, las principales revistas científicas como The Lancet y The New England Journal of Medecine fijaron el primer brote en Marburgo, Alemania.

Uno de los principales requisitos de la educación pública es la reducción de la racialización del ébola para aclarar que el primer brote reconocido no se dio en África sino en Marburgo, Alemania, y, de aquí el nombre de «ébola» como el virus Marburg. En 1967, hubo un brote de fiebre hemorrágica simultáneamente en laboratorios de Marburgo y Fráncfort, Alemania.

Enfermaron 31 personas, en un principio trabajadores del laboratorio y después personal médico y miembros de la familia que habían cuidado de ellos. Murieron siete personas.

LA EVOLUCIÓN DEL ÉBOLA

Según el CDC, el primer brote de ébola ocurrió en 1976 en la República Democrática del Congo. En su página web, el CDC afirmó que el primer brote de ébola «se dio en Yambuku y sus alrededores. La enfermedad se propagó por el contacto personal y por el uso de agujas y jeringuillas contaminadas en hospitales o clínicas. En este brote se reconoció por primera vez la enfermedad.»[3] ¿Por qué necesita el CDC situar la evolución de la enfermedad en África? [4] La pagina web del CDC discrepa con la del Journal of Infectious Diseases que afirmó que «la ciencia biomédica se enfrentó por primera vez al virus de la familia filoviridae cuando apareció el virus de Marburg en 1967.»

Dependiendo de la fuente, el recuento de muertos varía. Un hecho es irrefutable. Se produjo la mayor cantidad de muertes en ese momento en 1976. Hubo 550 casos y 340 muertos.

En el tercer brote en 1979, en Sudán, hubo 34 casos y 22 fallecidos.

EBOLA RESTON

El cuarto brote de ébola ocurrió en los Estados Unidos. La variedad del ébola Reston se llama así por un brote que ocurrió en Reston, Virginia, a finales de 1989. Muy pocos seguidores del actual brote de ébola saben que hubo uno en la periferia de Washington, a menos de 20 millas (32 km) del capitolio de los Estados Unidos. Hubo otros dos pequeños incidentes del brote de Reston tras 1989.

EL BROTE DE KIKWIT

Seis años después del primer brote de Reston, hubo un contagio más grave de ébola en Kikwit, otra vez en la República Democrática del Congo. Alrededor de 200 personas murieron. Hasta entonces, el brote de Kikwit había sido el más mortífero. Los brotes generalmente se controlaban cuando se proporcionaban suministros y equipos médicos adecuados, y cuando se aplicaban procedimientos de cuarentena.

Desde entonces, ha habido brotes de vez en cuando en Uganda, Angola, Gabón, Costa de Marfil y otras partes de África, pero nada comparado con la escala y la profundidad de la actual pandemia en África Occidental.

En el libro más conocido sobre este virus, publicado hace casi 20 años por Richard Preston, los lectores de Zona Caliente (The Hot Zone: The Terrifying True Story of the Origins of the Ebola Virus) [5] se sumergen en una investigación de más de 20 años realizada por United States Army Medical Research Institute of Infectious Diseases (USAMRID) sobre una familia de virus letales. Este libro se publicó antes del brote de Kikwit pero sabemos gracias a los reportajes de la prensa que USAMRID, el CDC, el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones internacionales de investigación usaron el brote de Kikwit para estudiar este virus. El libro se centra en las tres maneras con las que la comunidad científica intenta controlar los virus: vacunas, medicinas y contención biológica. Este libro se publicó en un momento en el que la prensa sensacionalista estaba proclamando las posibilidades de que el ébola se transmitiese por el aire y provocando un nerviosísimo anti-africano.

Al mismo tiempo, Robert Kaplan había escrito su famoso artículo: La anarquía que viene. Este sensacionalismo marcó el rumbo de los llamados estados frágiles y fallidos de África. Robert Kaplan escribió mucho sobre cómo la escasez, el crimen, la sobrepoblación, el tribalismo y la enfermedad estaban destruyendo rápidamente el tejido social de las sociedades africanas. [6] La obra de Kaplan forma parte de la guerra psicológica contra África y los africanos en el momento en que los pueblos del mundo estaban celebrando la victoria al apartheid.

USAMRID-EL EJÉRCITO DE LOS EEUU Y LA INVESTIGACIÓN DE ARMAS BIOLOGICAS- UN ARMA DE GUERRA BIOECONÓMICA

Se suponía que USAMRIID en Fort Detrick, Maryland, era la principal institución de investigación en los Estados Unidos en la preparación de bioshield, es decir, la disposición del gobierno estadounidense para luchar contra las amenazas biológicas. El presidente Richard Nixon acabó con el programa de armas biológicas de los EEUU con su Declaración sobre Políticas y Programas de Defensa Química y Biológica el 25 de noviembre de 1969 en un discurso en Fort Detrick. Esta declaración pretendía finalizar, incondicionalmente, todos los programas de armas biológicas de los EEUU. La Convención sobre Armas biológicas de las Naciones Unidas (Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas y sobre su destrucción) se firmó en 1972. Aun así, tras la firma de esta convención internacional, varios países, incluido los Estados Unidos, continuaron investigando sobre el diseño de virus.

A pesar de la convención de Naciones Unidas, el aumento de la investigación científica en organismos genéticamente modificados impulsó la investigación que las agencias militares y civiles, que buscaban beneficios del desarrollo de patógenos de doble uso, estaban llevando a cabo. Los agentes biológicos con los que se estaba experimentando como armas biológicas aumentaron y la única arma biológica de esta escuela del doble uso de patógenos que ha salido a la luz fue el experimento del ántrax.

Curiosamente, el uso de ántrax en civiles por militares se dio en el caso del militar racista de Rodesia que soltó esporas de ántrax en el pienso de los animales, matando así a casi 80 africanos de la antigua Rodesia. Años más tarde, Timothy Stamps, el ministro de Sanidad de Zimbabue, conectó el brote de ántrax en Rodesia, el de ébola y la experimentación realizada por el programa de Guerra química y biológica (CBW, por sus siglas en inglés) de Sudáfrica.

Este programa sudafricano de la era del apartheid tiene hoy en día mala fama a causa del Proyecto Coast, en el que el régimen del apartheid estuvo experimentando con agentes biológicos que podrían haber sido dirigido contra los africanos. El gobierno estadounidense se ha distanciado mucho del Proyecto Coast, a pesar de que en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (TRC de Sudáfrica), el Dr. Wouter Basson testificó cómo los elementos de inteligencia de los Estados Unidos le acogieron gentilmente. La implicación de la obra de Wouter Basson y Daan Goosen aún tiene que salir a la luz.

La atracción de usar los agentes biológicos como armas aumentó en la era de los organismos modificados genéticamente. Dado que África era el espacio con el material genético más diverso, los científicos y los bioantropólogos occidentales recorrieron el campo africano en búsqueda de plantas con características únicas. En la era de una investigación masiva sobre la ciencia de la vida, muchas universidades se sumaron a la investigación de doble uso.

INVESTIGACIÓN DE DOBLE USO

La investigación de doble uso (DURC; por sus siglas en inglés) es la investigación científica que, basado en el conocimiento actual, se puede anticipar razonablemente para proporcionar conocimiento, información, productos o tecnología que podría usarse incorrectamente para amenazar con amplias consecuencias la salud y seguridad pública, los cultivos agrícolas y otras plantas, animales, el medio ambiente o la seguridad nacional. En resumen, la investigación de doble uso es la investigación que puede tener un uso de apoyo y desarrollo de la salud y de la seguridad, o al mismo tiempo se puede usar para la guerra biológica.

Hemos aprendido de la investigación llevada a cabo por la UNESCO que “el interés militar, en emplear la ingeniería genética y la tecnología del ADN recombinante para mejorar e idear armas biológicas efectivas y letales se ha estimulado mediante la fácil disponibilidad de fondos, incluso en tiempos de recesión, para la investigación contractual relacionada con el desarrollo de las armas biológicas”.

Este clima de investigación es en el que se enmarca el actual brote de ébola en África Occidental.

Un día antes de que el presidente Barack Obama hablase sobre la pandemia de ébola, el miércoles 24 de septiembre de 2014, la Casa Blanca publicó unas nuevas directrices que pretendían fortalecer la supervisión de las investigaciones biológicas, financiadas a nivel federal, que podrían producir inintencionadamente armas biológicas. Según el informe del New York Times del 25 de septiembre «La nueva política desplaza la búsqueda y la publicación de los aspectos más peligrosos de la investigación, de los organismos de financiación (normalmente, el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos) a los científicos que recibieron los préstamos y a las universidades u otras instituciones donde trabajen.» Ese mismo día, la Radio Pública Nacional de los Estados Unidos (NPR, por sus siglas en inglés) fue más específica al decir que la regulación de los patógenos de doble uso y las investigaciones se estaban desarrollando en laboratorios creados por el gobierno. Este informe llegó tres años después de la polémica sobre la investigación de la gripe aviar que se llevaba a cabo para fines bioterroristas. En 2011, se produjo un gran debate en la prensa sobre el uso de la investigación biológica para el terrorismo, es decir, el bioterrorismo. Entonces, tal y como informó la NPR, «los científicos y los especialistas en seguridad están en medio del debate sobre los recientes experimentos sobre una variedad del virus de la gripe aviar que lo convierte en armas más contagiosas.» En septiembre de 2011, en una conferencia científica en Malta, un científico anunció sorprendentemente en una conferencia sobre la gripe que «él había realizado un experimento de laboratorio que produjo un virus de la gripe aviar que era muy contagioso entre hurones, el animal que se usa como modelo para estudiar la infección gripal en los humanos. Parecía que sólo cinco mutaciones lo conseguían.» Este informe de la NPR en noviembre de 2011 no reapareció pero, en esta misma emisión, un experto en bioterrorismo y director del Centro de Bioseguridad de una universidad nacional dijo:

«Está mal que los científicos conviertan un virus letal en un virus letal y altamente contagioso. Y también está mal que publiquen cómo lo hicieron para que otros puedan copiarlo.»

Hasta ahora ningún experto ni ninguna persona ha denunciado ni hablado abiertamente sobre la experimentación con fiebres hemorrágicas virales, que están ahora escondidas bajo el ébola. Hoy como un componente esencial de la prevención y la educación pública, existe la necesidad de que los científicos y los investigadores hablen claro sobre los laboratorios occidentales o de cualquier otro lugar del mundo que haya estado experimentando con los patógenos de doble uso. También es necesario que la comunidad internacional sepa si algunos de estos equipos de investigación o personal universitario que esté relacionado con los patógenos de doble uso han estado trabajando en Liberia, Sierra Leona, Guinea o Nigeria antes del actual brote de ébola. Al menos, ECOWAS y la UA debería presionar al Fondo para ébola de las Naciones Unidas para que se centre no sólo en la recaudación de fondos sino que también pida que la Ley de libertad de información desarrolle medidas para organizarnos correctamente ante brotes de esta cepa.

De los informes sobre el número de personas a los que se ha dejado morir sin atención o un entierro decente, el número de muertes en África Occidental de la OMS se ha contado a la baja para minimizar el grado de devastación del ébola. En comparación con los datos de la OMS, el CDC (Center for Disease Control and Prevention) de Atlanta informó el martes 23 de septiembre que «los casos de ébola podrían aumentar entre 550.000 y 1,4 millones en cuatro meses, según varios factores incluido el número de personas infectadas por portadores de ébola.» El informe cuestionó si el número oficial de muertes registrado por la OMS, 2.800 de al menos 5.800 casos, está por debajo de la realidad. El CDC ha dicho que es probable que hasta ahora ese número se haya multiplicado por 2,5 veces, o al menos 20.000. [9] El mismo martes que el CDC publicó su grave advertencia de la previsión de 1,4 millones de personas muriendo de ébola, el New England Journal of Medicine también intervino y explicó que «si la enfermedad no se contiene, podría ser endémica entre las poblaciones de los países que más duramente han sufrido el brote (Guinea, Sierra Leona y Liberia). … Sin mejoras drásticas en las medidas de control, se prevé que el número de casos y muertes de ébola continúen aumentando de cientos a miles cada semana durante los próximos meses» dicen los expertos.

Según la OMS; «acciones extensivas e inmediatas, como las que ya han comenzado, puede hacer que se…reduzca rápidamente el número de casos».

TRAS LA MILITARIZACIÓN DE LA RESPUESTA AL ÉBOLA

La acción inmediata y extensiva a la que se refiere la OMS conlleva el despliegue de fuerzas militares de los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia en la mayoría de los países afectados. Los Estados Unidos han desplegado alrededor de 4.000 militares en África Occidental para ayudar en la lucha contra el ébola. Esta lucha no puede realizarse mediante un esfuerzo militar. Debe ser un esfuerzo basado en la búsqueda de devolver la salud y la seguridad a las personas cuyas comunidades han sido destruidas porque centenares de familias han perdido a sus seres queridos. Los Estados Unidos planean aumentar rápidamente su presencia en Liberia, donde se está trasladando personal militar para ayudar a la gente a parar el avance de la peor epidemia de ébola hasta ahora, pero también necesitamos saber lo que los contratistas de seguridad privados han estado haciendo en Liberia durante los últimos diez años. El presidente Obama ha declarado que se necesita al ejército para establecer la infraestructura médica y el transporte para poder desplegar a los trabajadores sanitarios. ¿Por qué no podrían las agencias civiles realizar esta tarea?

Desde India, Sreeram Chaulia apuntó correctamente en un artículo titulado Foreign pulse. Viral Politics que «mientras que el ébola hace estragos en África Occidental, se desarrolla un acto familiar con connotaciones problemáticas. La respuesta internacional junto a las crisis de la sanidad pública en Liberia, Sierra Leona y Guinea sigue un patrón imperialista de tutelaje y apoyo, en la que cada uno de estos países ha sido tomado exclusivamente por sus respectivos antiguos maestros de América y Europa mediante ayuda humanitaria específica…Una antigua colonia establecida por ciudadanos americanos libres de la esclavitud, Liberia vuelve a ser literalmente un pupilo de los Estados Unidos, que no encuentra competición de ningún otro donante occidental. Washington está desplegando casi 4.000 militares para montar hospitales, laboratorios médicos y centros de tratamiento en pie de guerra. Esta misión, llamada Operation United Assistance, está siendo supervisada por el Mando África de los Estados Unidos (AFRICOM).»

En un contexto en el que la prensa internacional está dominada por las agencias occidentales, ECOWAS también está pidiendo la movilización militar para combatir el ébola. En la opinión de este autor, ECOWAS y la UA se han lavado las manos, ya que la militarización de la respuesta internacional dificultará que países como China, Cuba, India, Corea del Sur y otras sociedades armonicen de forma correcta la respuesta médica al brote de ébola. La UA y ECOWAS necesitan renovar su diplomacia médica que se basa en el recuento de cadáveres negros. Chaulia apuntó que «si los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia se moviesen por motivos humanitarios, ¿por qué no contribuyen al fondo multilateral para ébola de la ONU que hubiese distribuido los fondos de manera más igualitaria entre los tres países africanos más afectados? Hasta ahora, sólo India y Australia han realizado donaciones considerables de 10 millones de dólares cada uno al fondo para ébola de la ONU que tristemente no ha recibido suficiente financiación.»

PROYECTO 112

En América del Norte, la organización Fox News y sus afiliados han estado al frente de la racialización del actual brote de ébola. Cuando hospitalizaron al nacional de Liberia, y después murió por esta enfermedad, la prensa conservadora aumentó el miedo de una mayor posibilidad de un brote de ébola en Estados Unidos. (Por aquel entonces, este paciente, Thomas Eric Duncan, ya había muerto). En esta histeria, la prensa se cuestionó si el virus podía transmitirse por el aire. Algunos lectores recordarán que la posibilidad de una transmisión por aire del ébola fue el tema de la película de Hollywood, Epidemia. No obstante, lo que no ha sido de dominio público es el hecho de que el gobierno de los Estados Unidos experimentó con armas biológicas y químicas entre 1962 y 1973 con el Proyecto 112.

Este proyecto se llevó a cabo específicamente para que aquellos con los que se experimentaba no supiesen que eran conejillos de indias. En 2000, cuando la cadena de televisión norteamericana CBS hizo pública la existencia de un programa de armamento biológico, también se reveló que además de las pruebas en individuos en los Estados Unidos también «el Departamento de Defensa realizó pruebas de agentes en otros países, puesto que eran demasiado inmorales para realizarlas dentro del territorio estadounidense.»

PROYECTO BIOSHIELD

Todavía no sabemos qué países africanos fueron los elegidos para las pruebas de toxinas del Departamento de Defensa. Tras el susto del ántrax en los Estados Unidos en 2001 y la guerra contra el pueblo de Iraq en 2003, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley del Proyecto Bioshield en 2004 que pedía 5.000 millones de dólares para comprar vacunas que se usarían en el caso de un ataque bioterrorista. Ha existido un programa de diez años para invertir dinero en estas fuerzas que experimentan con los patógenos de doble uso. En palabras del Congreso, el Proyecto Bioshield fue un programa de diez años para adquirir contramedidas a los agentes biológicos, químicos, radiológicos y nucleares de uso civil. El gobierno estadounidense ha estado trabajando en medidas contra la guerra biológica. ¿Es una coincidencia que las tres principales amenazas de las que pretende proteger el programa bioshield sean el ántrax, el ébola y la gripe aviar?

AFRICA Y EL BIOTERRORISMO

Los africanos se han enfrentado al bioterrorismo desde la época del colonialismo y el apartheid. Esto queda bien reflejado en el libro Medical Apartheid: the Dark History of Medical Experimentation on Black Americans from Colonial Times to the Present. La autora, Harriet Washington, detalló exhaustivamente el uso del bioterrorismo contra la población negra. El experimento de Tuskegee se ha convertido en el más conocido de los casos del uso de personas negras como conejillos de indias para la experimentación médica. El libro sobre las células HeLa (Henrietta Lacks) es otro devastador testimonio sobre el uso de personas negras. [11]

Harriet Washington situó la guerra química y biológica en la categoría más amplia de «bioterrorismo», que «usa los agentes químicos y biológicos como los microbios y el veneno en al servicio del terrorismo… las armas a menudo consisten en organismos que causan enfermedades, normalmente microorganismos como bacterias, virus, hongos, o derivados de los humanos, los animales o las plantas.»[12] Otro aspecto importante de la guerra biológica que Harriet Washington menciona es el hecho de que se usan contra las poblaciones de manera directa o indirecta. En otras palabras, los agentes químicos pueden usarse para matar a la gente directamente al producirles un daño físico, por ejemplo el gas nervioso, o las armas biológicas pueden usarse para contaminar el medio ambiente para cortar su fuente de comida (plantas, ganado), de agua o ambas.

Cuba es la única sociedad fuera de África que se ha visto forzada a desarrollar la capacidad sanitaria y de bioseguridad tras el brote de dengue de 1977. Ahora sabemos gracias al nuevo libro, Back Channel to Cuba, que Henry Kissinger había organizado un plan para destrozar a Cuba. [13] Esto se debía a que a Kissinger le había molestado la intervención cubana en Angola entre 1975 y 1976 para luchar contra la incursión racista sudafricana. Kissinger, que había supervisado la autoría del Memorando de Seguridad Nacional Nº 39 de 1969 que preveía que los blancos se mantendrían y gobernarían Sudáfrica, estaba molesto porque una pequeña isla comprometida con un régimen de organización económica alternativo le arruinaba sus planes en África. Hace poco se informó en un artículo del New York Times que en las discusiones entre Kissinger (en aquel momento Secretario de Estado) y el presidente Gerald Ford, Kissinger usó «un lenguaje sobre el daño a cuba que fue fundamentalmente agresivo.»[14]

Los cubanos que se expusieron al brote de dengue en Cuba en 1977 estuvieron relacionados con la guerra biológica del gobierno estadounidense. Los informes de la prensa estadounidense lo han corroborado. En aquel momento, el gobierno estadounidense bloqueó cualquier intento del gobierno cubano de comprar fumigadores y productos químicos para controlar la propagación del dengue. Puesto que es una isla pequeña, Cuba ha sido capaz de desarrollar medidas de cuarentena pero, aún más importante, ha podido desarrollar la capacidad científica para buscar el origen de brotes como el dengue.

LA UA Y ECOWAS DEBERÍAN LIDERAR LA RESPUESTA A ESTE VIRUS LETAL

En agosto, el presidente de los Estados Unidos convocó la primera cumbre EEUU- África en Washington. A pesar de que la pandemia de ébola ya estaba matando a más personas que los otros cuatro brotes que aparecen en la página web del CDC, la Casa Blanca no se había centrado en la devastación que se estaba efectuando en África Occidental. En África, el ébola ha traspasado las fronteras. La UA no ha conseguido hasta ahora liderar la movilización de la lucha contra la pandemia. ¿Cuenta la Unión Africana con algún tipo de preparación de bioseguridad? En el momento del brote de la pandemia de VIH/SIDA, se hizo patente que las farmacéuticas occidentales anteponían los beneficios antes que las vidas. Se produjo una organización masiva de un movimiento de base como la Campaña de Acción pro Tratamiento (TAC) de Sudáfrica con el fin de presionar a las farmacéuticas para que permitiesen la producción de genéricos para tratar a los pacientes de SIDA en África. Esta campaña influyó en la cooperación entre India, Brasil y Sudáfrica, que más tarde se convertirían en los BRICS.

Ahora, se necesita una movilización similar en África Occidental que rompa la lenta y apática respuesta de ECOWAS y la UA. En el pasado, ECOWAS ha podido intervenir en Liberia y Sierra Leona en misiones de paz. Colectivamente, ECOWAS y la UA poseen las capacidades técnicas y médicas para llevar a cabo una respuesta más fuerte al ébola. Existe una percepción errónea en el extranjero de que África no tiene el personal médico para luchar contra esta epidemia. No obstante, la capacidad de movilizar los recursos en África depende de los intereses políticos. Sólo Nigeria tiene alrededor de 40.000 doctores, y miles tienen experiencia en enfermedades infecciosas. En la guerra económica contra África, se atacó a los médicos africanos y hubo una fuga de cerebros masiva de personal médico africano a Europa y América del Norte. Los gobiernos africanos han dejado muy claro su oposición a la migración masiva de sus médicos a países ricos. A pesar de estas objeciones, hay más de 10.000 graduados médicos africanos en Europa Occidental y los Estados Unidos. Los Estados Unidos dieron la bienvenida a más de 7.000 médicos de tres países: Ghana, Nigeria y Sudáfrica. Cada vez más africanos se tendrán que movilizar para un cambio de curso de la UA y ECOWAS en la desmilitarización del ébola.

Ya se ha demostrado en Liberia que se puede frenar la pandemia. Nigeria y Senegal han conseguido contener el virus. La prensa occidental ha puesto la atención en el hecho de que Firestone Company en Liberia consiguiese frenar y controlar el virus en su plantación de caucho. [15] Este autor no es un seguidor de Firestone. En el último Empowered Africa Dialogue en Washington en el mes de agosto, los trabajadores de Firestone hablaron del bajo salario y de las condiciones laborales de explotación en la plantación de caucho. De este modo, la empresa no puede ponerse como un ejemplo, pero lo importante es que el ébola puede controlarse y que no hay necesidad de que la pandemia se descontrole. La historia de Firestone también indica que no se necesita al ejército para organizar la infraestructura médica y de transportes para contener el incremento de muertes.

Este autor ha sido crítico con los «salvadores» extranjeros pero la pandemia del ébola da una oportunidad a los verdaderos doctores humanitarios para separarse de la respuesta militarizada del brote de ébola. La Unión Africana debe liderarlo para que estos médicos tengan una infraestructura no militar con la que trabajar. Se necesita una movilización a gran escala en todos los países en los que el personal sanitario, los doctores tradicionales, los científicos, las agencias civiles y el ejército sean fundamentales en la lucha contra la guerra bioeconómica. Los expertos mundiales en sanidad han calificado a la epidemia de ébola que arrasa África Occidental como una emergencia sanitaria mundial que requiere una respuesta coordinada global.

Aunque la prensa ha hecho de la pandemia de ébola un problema racial, se necesita urgentemente que la comunidad internacional se una para una respuesta coordinada mundial. El virus del Ébola es un riesgo real para África y el despliegue de científicos, personal sanitario, voluntarios y brigadas de salud para combatir este virus es una de las tareas más importantes en la reconstrucción de África.

Horace G. Campbell

*Horace Campbell es profesor de Estudios afroamericanos y Ciencias Políticas en la Universidad de Syracuse. Es autor de Global NATO and the Catastrophic Failure in Lybia: Lessons for Africa in the Forging of African Unity, Monthly Review Press, Nueva York, 2013.

[1] Evan Horowitz, How the Ebola Virus Spun Out of Control, Boston Globe, 8 de octubre de 2014. http://tinyurl.com/n7azj76

[2] C.J. Peters, J.W. LeDuc, An Introduction to Ebola: The Virus and the Disease, The Journal of Infectious Diseases, vol. 179, Suplemento1. Ebola: The Virus and the Disease (feb., 1999), pp 9-16

[3] Outbreaks Chronology: Ebola Virus Disease, CDC, Known Cases and Outbreaks of Ebola Virus Disease, in Chronological Order: http://tinyurl.com/nrzolre

[4] Véase Centers for Disease Control, Known Cases and Outbreaks of Ebola Virus Disease, in Chronological Order: http://tinyurl.com/nrzolre

[5] Richard Preston, Zona Caliente (The Hot Zone: The Terrifying True Story of the Origins of the Ebola Virus), Anchor books, 1995.

[6] Robert Kaplan, La anarquía que viene, The Atlantic, Febrero, 1994.

[7] Helen E. Pruitt, Stephen F. Burgess, South Africa’s Weapons of Mass Destruction, Indiana University Press, Bloomington 2005.

[8] Edgar J. DaSilva, Biological warfare, bioterrorism, biodefence and the biological and toxin weapons convention, Electronic Journal of Biotechnology, Vol. 2, Nº 3, diciembre 1999.

Véase también Wright, S., The military and the new biology, Bulletin of the Atomic Scientist 41, 1985. pp. 10-16

[9] Estimating the Future Number of Cases in the Ebola Epidemic– Liberia y Sierra Leona, 2014-2015, http://tinyurl.com/puh8tev

[10] Sreeram Chaulia, Viral Politics, Foreing Pulse, 8 de octubre de 2014. http://tinyurl.com/nrarcl2

[11] Rebecca Skloot, The Inmmortal Life og Henrietta Lacks, Broadway Books, Nueva York, 2011.

[12] Harriet Washington, Medical Apartheid: the Dark History of Medical Experimentation on Black American from Colonial Times to the Present, Anchor books, Nueva York, 2008, pp.365.

[13] William M. Leo Grande and Peter Kornbluh, Black Channel to Cuba, University of North Carolina Press, Chapel Hill, North Carolina, 2014.

[14] Frances Robles, Kissinger Drew Up Plans to Attack Cuba, Records Show, New York Times, 30 de septiembre de 2014 http://tinyurl.com/pzurfx7

[15] National Public Radio, Firestone Did What Governments Have Not: Stopped Ebola in its Tracks http://tinyurl.com/m8vqcov

Pambazuka News

[Traducción, María Alarcón]

Fundación Sur

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