Sólo unos días antes de las históricas elecciones presidenciales de Guinea Conakry, en su segunda ronda de votaciones, cientos de miles de tarjetas de votantes todavía no han llegado a sus destinatarios y los camiones necesarios para transportar estos materiales a remotos pueblos, están parados en un garaje de la capital.
El hombre que inicialmente estaba encargado de supervisar las elecciones de este domingo, día 19 de septiembre, ha muerto en un hospital de París, donde estaba siendo tratado, según un amigo de la familia.
La confluencia de desorden y mala suerte hace que las esperadas elecciones de este fin de semana puedan ser retrasadas una vez más, una medida que seguramente haría escalar la tensión en este país del África Occidental. El anterior fin de semana, los seguidores de los dos rivales políticos se enfrentaron en las calles, dejando un muerto y más de 54 heridos.
“Es muy improbable que las elecciones se celebren este domingo” señaló Boubacar Diallo, el director de la Comisión de planificación, “es un problema puramente técnico”.
El día 13 de septiembre, el primer ministro de Guinea declinó responder directamente a si las elecciones se retrasarían de hecho. Sin embargo, añadió “no celebraremos elecciones si esto termina siendo una pelea a puñetazos”.
Muchos esperaban que las futuras elecciones marcaran un punto de inflexión en el país, rico en minerales, que no ha conocido más que gobiernos autoritarios desde que obtuvo la independencia de Francia, en 1958. La primera ronda de las elecciones, celebrada en junio, fue acogida con emoción, pero los continuos retrasos desde entonces ha proyectado una sombra sobre la segunda.
Peleas políticas
El candidato presidencial Cellou Dalein Diallo acusa al gobierno de retrasar a propósito las elecciones para dar a su rival, el candidato Alpha Condé, la oportunidad de alcanzarle en las encuestas.
La experta en elecciones de Guinea, Elizabeth Cote, de la Fundación Internacional para los Sistemas de Elecciones, dice que las peleas políticas dentro de la comisión han distraído al organismo de estar preparado para la histórica elección. Estas disputas incluyen las de sobre quién debería reemplazar al jefe de la comisión, enfermo en París, Ben Sekou Sylla, cuya muerte se ha anunciado el día 14 de septiembre.
Guinea ha celebrado multiples elecciones durante los 24 años de gobierno del autócrata Lansana Conté, pero como estas estaban abiertamente amañadas, nadie tiene experiencia con los mecanismos de unas votaciones, según Cote. Hasta que no tuvo lugar la primera ronda de votaciones, el pasado mes de junio, las autoridades no se percataron de los errores en el sistema, incluido el hecho de que no había suficientes colegios electorales.
Ente junio y septiembre, la comisión ha pasado semanas incluyendo en el mapa más de 1.600 nuevos centros electorales, un proceso que ha llevado mucho tiempo que debería haberse empleado en otras tareas que se han quedado sin hacer, según opina Cote.
Por ejemplo, los sobres en los que los votantes deben depositar su voto deberían haberse impreso en Suecia. Diallo dice que todavía no han sido encargados, porque no se llegó a un acuerdo sobre la financiación. Su personal se va a reunir esta semana con otro vendedor en el vecino Senegal, pero incluso si se ponen de acuerdo en el precio, es muy probable que los sobres no estén listos a tiempo para el domingo 19.
(News 24, 14-09-10)