Seguro que has oído hablar del drama que tuvo lugar en Wakara el domingo 28 a primera hora de la tarde… Soy un sacerdote magullado al ver la barbarie que cayó sobre mis hermanos y hermanas. Todo el pueblo de Wakara se ha convertido en una desolación, dejando atrás paredes sin vida. Nosotros, sus sacerdotes, pudimos huir cada uno a su manera y estamos en Tionkuy.
Ayer, 1 de junio, pude unirme al convoy de las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS) para encontrar lo mínimo de nuestras pertenencias. Nuestros edificios han sido dañados en algunos lugares por incendios destructivos e inicuos.
Ayer hice el camino del éxodo en los dos sentidos… el éxodo… no es fácil!!!
Todos estos hombres, mujeres y niños a pie, bicicletas, motos, triciclos, tractores o camiones, rodeados por las FDS… aquí vamos rumbo a un destino difícil de describir.
El martes fui a la escuela en Dampan, donde estaban confinados buena parte de nuestros hermanos y hermanas… en sus rostros se leía la miseria… la preocupación de un mañana garantizado… sin nada, estaban allí bajo los pocos árboles… sin cereales, sin ollas, sin nada… y sin embargo tienen de todo en el pueblo… ¿Qué hacer? Los sobrinos de Wakara en Dampan se deshicieron para ayudarlos…
Mientras tanto, los que están en Toun, Wakuy, Bankouma, Dora Fakena, Bouan Kosso, Ouarkoye, Pouankuy, Poundou… por no hablar de Dedugú, Bobo o Uaga son innumerables.
Al mismo tiempo, los pueblos de Bouan y Kera ven cómo su población se va vaciando gradualmente en favor de las ciudades, que temen exacciones inminentes…
Al otro lado del Tuy, Kero y Wakuy ya han pagado el precio… están en Bereba con miras a ir más allá… ¿Qué se puede hacer? ¿Dónde ir?
Ayer, frente a las estatuas de San José, frente al tabernáculo que estaba guardando, le pedí a San José que guardara la casa mientras esperaba que se reanudara el servicio en Wakara… ¿Cuándo?
Norberto Bambio
[CIDAF-UCM]
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