Un periodista de la AFP que es de los pocos reporteros independientes que todavía trabaja en la capital devastada por la guerra de Somalia, Mogadiscio, recibió el día 24 de noviembre un premio de prensa por su trabajo, junto con otros tres corresponsales.
“Al reconocerme a mí, estáis reconociendo también el coraje de los pequeños grupos de periodistas que todavía trabajan en Somalia”, declaró el galardonado, Mustafa Haji Abdinur, en la ceremonia del Comité para la protección de los periodistas, CPJ, durante la entrega de los premios internacionales de Libertad de Prensa.
Destacando los peligros a los que se enfrentan sus colegas de los medios en el país, Abdinur, que también es redactor jefe de la radio independiente de Somalia, Simba, dijo que el CPJ está “rindiendo tributo a aquellos reporteros que han hecho su último sacrificio por la profesión”.
Seis somalíes han muerto durante el ejercicio de sus funciones sólo este año, elevando el número de periodistas muertos desde 2005, a 18.
Los periodistas extranjeros ya no están en Somalia y los pocos reporteros que quedan a menudo son el objetivo de la violencia que no ha cesado en este país desde 1991.
“Ni una heroína ni una víctima”
En su discurso, Abdinur dijo que aceptaba este premio “por todos los que ponen sus vidas en la línea de fuego cada día por su profesión, y por aquellos que han pagado el precio de ser periodistas con su propia sangre”.
Entre los otros galardonados están Naziha Rejiba, directora independiente del periódico online tunecino Kalima, que tiene prohibida la entrada a su país. “No soy ni una heroína ni una víctima, sino una periodista que desea trabajar en condiciones normales”, declaró la periodista tunecina al recoger su galardón, “el grado de represión en Túnez es tal que transforma las actividades normales en algo excepcional”.
Los otros ganadores de este galardón a la libertad de prensa en el mundo, ausente en la ceremonia de Nueva york debido a su trabajo o que por la represión del gobierno han acabado en la cárcel, uno es de Azerbaiyán y otro de Sri Lanka.
Amenazas de muerte
Abdinur lanzó, con ayuda de un socio financiero, Radio Simba en 2007, llegando a más de dos millones de oyentes por todo el sur de Somalia.
Su trabajo para la AFP y otros medios occidentales lo ha convertido en objetivo tanto de los islamistas insurgentes como del las fuerzas del gobierno.
Los insurgentes le propinaron una paliza por haber ayudado a un periodista japonés y las autoridades del gobierno le arrestaron por emitir una entrevista con un líder de los insurgentes de la línea más dura, Shebab. Pero todo esto y mucho más, como las amenazas de muerte que ha recibido y haberse visto forzado a trasladar a su familia, no han detenido a Abdinur.
“Durante toda mi vida, tengo 27 años, nunca ha habido un gobierno central efectivo en Somalia. Es un estado fracasado. Eso hace que trabajar como reportero sea tan peligroso, porque no hay policía, no hay ejército ni sistema judicial que te respalde cuando tienes problemas”, señaló.
(News24, 25-11-09)
