Tía Dorothy, como la conocen varias generaciones de sudafricanos, lideró junto a la mítica Dolly Rathebe y a Miriam Makeba la década de los 50, conocida coma la Edad de Oro del jazz sudafricano, y la escena musical posterior del país. Oriunda de Zimbabue, sus orígenes Ndebeles y zulúes, así como sus tempranas estancias en Sudáfrica han motivado una sana confusión.
Sus primeras grabaciones de éxito las realizó con dieciséis años en el sello Trobadour, por las que recibió, según ella reconoce, de cinco a diez pounds y un montón de bollos. Durante esta época traba conocimiento con un grupo que se hace llamar “The Golden Rhythm Crooners” formación que, además de influenciar su concepción musical, sería fundamental para el desarrollo musical posterior del país, siendo la referencia principal de figuras como Thomas Mapfumo.
Será con veinte años cuando entre a formar parte de la revista “African Jazz Variety” donde conocerá a Miriam Makeba y Hugh Masekela. Con Miriam compartirá, además de una gran amistad, los éxitos, el activismo político y las composiciones. Será precisamente con una de sus canciones, la popular “Pata Pata”, como Miriam se diera a conocer internacionalmente.
La expresión de su compromiso político y social a través de las letras de sus canciones, como en “Dr. Malan” o en la dedicada a Lumumba, provocaría el secuestro de sus registros y que no pudiera regresar a su país durante casi veinte años hasta la independencia. Más tarde la música de Masaka abre nuevos caminos en una personal busqueda para adaptarse a los cambios producidos; el jazz se presenta con nuevas influencias y se recuperan ritmos tradicionales. Así en 2001 presenta “Mzilikazi”, una obra contundente, llena de fuerza y final de un camino marcado por el triunfo.
“The Definitive Collection” nos ofrece la oportunidad de disfrutar de una de las voces más plenas de swing. Una obra que, al igual que el jazz sudafricano, integra la tradición occidental de este estilo con las propias raíces musicales del continente.