¿Dónde están las personas de origen africano en las Cortes Españolas?

7/09/2015 | Opinión

Estamos de lleno en la precampaña para las elecciones en las Cortes Generales y, con ello, en la preparación de las listas de los partidos. Si se ha conseguido listas cremallera para la variable del género, dista mucho en lograr institucionalizar la variable diversidad; y no digamos la variable étnica dentro de la vida de los partidos políticos españoles. La Comunidad Negra, la mayor minoría de España, es la más perjudicada: ningún parlamentario, ninguna senadora de los 616 representantes en las dos Cámaras de la legislatura que está a punto de terminar es de origen africano.

La hora de la diversidad y de la etnicidad

Chirria mucho escuchar a los líderes y representantes de los partidos políticos españoles proclamar las bondades de la diversidad y de la inmigración y, al mismo tiempo, ver que en sus listas electorales, ni la diversidad, ni la inmigración están convenientemente representadas. España es un país con una enorme diversidad, y con una inmigración arraigada y activa en todos los ámbitos de la vida social. Pero la sociedad no parece suficientemente madura como para reivindicar que en las Cortes se escenifique esa presencia dinámica de las personas inmigrantes.

La responsabilidad de esa ausencia es, en mayor medida, de los partidos políticos, tanto los antiguos como los nuevos: no incorporan en sus listas electorales, más allá de un gesto testimonial, a personas de origen extranjero en posiciones donde puedan salir diputado o senador.

Cuestión del ADN

En el ADN de los partidos políticos y de la práctica política en España, están ocultas la prevención contra el extranjero, y la fobia a los africanos subsaharianos: sobre todo el extranjero que viene de países extracomunitarios y considerados pobres. Es, sin embargo, difícil de encontrar a un dirigente político español que no hable bien en público de esos colectivos. Pero a la hora de la verdad, de visibilizar la diversidad y la comunidad negra, nadie da el paso requerido.

El Secretario General del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, se comprometió antes de las elecciones municipales a reflejar en las listas esa diversidad; pero no lo hizo; y si hay algún concejal socialista de origen extranjero, es algo anecdótico y residual; pero no consta ninguno de origen africano. Pasa lo mismo en las filas de Podemos, el partido de Pablo Iglesias, en cuyos orígenes, paradójicamente, está un africano de Guinea Ecuatorial, pero no figura en ningún documento, ni en ningún puesto dirigente del partido que se proclama amigo de las personas inmigrantes y de los negros. Del Partido Popular y de Ciudadanos, nada que decir, pues sabemos que son partidos que cuentan con facciones en sus filas que excluyen a extranjeros y negros. Tampoco lo ocultan; lo cual les honra a la hora de medir su coherencia; al contrario que los partidos de izquierda, incluida Izquierda Unida, que dicen una cosa en público y hacen otra en privado.

Responsabilidad compartida

Si bien la mayor responsabilidad para salir en las listas electorales de los partidos en una posición ventajosa es de los propios órganos de los partidos, no cabe duda de que parte de la responsabilidad recae en la propia diversidad de los partidos que, en ocasiones, no sabe jugar sus bazas. Es el caso del Grupo Federal Afrosocialista, del PSOE. Un grupo arraigado, de largo recorrido y de trabajo reconocido de su presidenta Consuelo Cruz, mujer negra de origen colombiano, nacionalizada española. Un grupo que cuenta con mujeres y hombres negros con sólida formación política y académica y gran capacidad de liderazgo; pero que hasta el momento, la dirección Federal de su partido no ha podido incorporar a ninguno como diputado o senador, a pesar del espacio de visibilidad dentro del propio partido.

La hora de retratarse

Con las elecciones generales probablemente para el 20 de diciembre, llega también la hora para que Pedro Sánchez lleve a la práctica lo que ha predicado en muchos encuentros con sus militantes: visibilizar la diversidad y, más allá, a la comunidad negra que cuenta con cerca de 2 millones de personas en toda España. No basta con incorporar a personas de origen africano en las listas en el puesto 150 o 120; es también lo que se había venido haciendo con las mujeres, hasta que se ha llegado a las listas cremallera: un hombre, una mujer. Algo así habrá que hacer con la diversidad; uno o dos de cada diez diputados deberían reflejar la diversidad. Y dentro de esta diversidad, la étnica africana debería ser representada. Sólo así la comunidad negra se sentirá representada en sus aspiraciones de Justicia, Desarrollo y Reconocimiento, hitos bajo los que las Naciones Unidas han proclamado el Decenio Afrodescendiente entre enero de 2015 hasta diciembre de 2024, con el voto de España. También es la hora de la verdad para que el Grupo Afrosocialista y las personas de origen extranjero y africano de los demás partidos reivindiquen su valía y luchen por alcanzar el predicamento dentro de sus filas, para merecer y conquistar la distinción senatorial y congresista.

Simon Abdallah Nong

Fuente Afrokairos

[Fundación Sur]

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