Cómo es posible que con tantos soldados buscando a Joseph Kony en la selva aún no hayan sido capaces de detenerle? La respuesta la acaba de dar el “think tank” norteamericano “Resolve” en un informe publicado el pasado 26 de abril: porque al menos desde 2009 Kony ha contado con un refugio seguro en territorio sudanés, concretamente en el enclave Copia de Kony & family de Kafia Kingi, situado en Darfur del Sur. Durante los casi seis meses que he pasado en Obo, en el sureste de la República Centroafricana el año pasado, yo mismo he escuchado bastantes testimonios de combatientes del LRA que se han rendido y que han dicho lo mismo: que cuando están bajo presión de los soldados ugandeses (que en Centroáfrica pueden ser unos 1.500) y sus asesores militares estadounidenses se meten en Sudán y ahí no puede ir nadie a buscarlos.
Recordemos que el LRA de Kony se formó en el Norte de Uganda hacia el año 1988. Desde entonces ha causado un enorme daño por sus métodos de terror hacia la población civil y se calcula que en apenas 15 años secuestró unos 40.000 niños para obligarlos a combatir en sus filas. En 2006, al poco tiempo de comenzar negociaciones de paz con el gobierno ugandés, el LRA se marchó de Uganda y pasó a instalarse en los bosques del Noreste de la R D Congo. Dos años después pasaron al Sureste de la República Centroafricana, donde camparon por sus fueros aprovechando sus extensas y tupidas selvas y el hecho de que en esa zona no había un gobierno en funcionamiento. Se calcula que hoy apenas serán unos 300 combatientes, a los que persiguen los soldados ugandeses en Centroáfrica desde el año 2009. Actualmente hay unos 450.000 personas desplazadas que han huido del terror de Kony. El año pasado la Unión Africana lanzó la formación de una fuerza multinacional para acabar con el LRA que debería estar compuesta de 5.000 soldados. Hasta la fecha tienen 1.500 soldados ugandeses, 500 sur-sudaneses, 300 centroafricanos (del antiguo ejército de Bozizé) y en noviembre se unió la R D Congo con otros 500. Son apenas la mitad y no tienen claro quién les va a financiar. Esto y el hecho de que Kony habría pasado la mayor parte de su tiempo en Sudán dificulta mucho que se pueda terminar con esta pesadilla de una vez.
El informe (disponible en inglés está muy bien documentado e incluye numerosos testimonios, una detallada cronología e incluso fotos satélite de buena calidad. En él se revela que el LRA ha gozado de una buena protección por parte ejército de Sudán, quien habría proporcionado a los rebeldes ugandeses alimentos, medicinas y muy probablemente municiones. Como era de esperar, el gobierno de Jartum ha desmentido furiosamente este informe. Pero cuando uno lo lee uno se da cuenta de que coinciden los testimonios de muchos combatientes y cautivos del LRA que han escapado durante los últimos meses.
Ya el año pasado circuló bastante información sobre la presencia de Joseph Kony en Sudán. En julio de 2012, cuando el Consejo de Seguridad renovó el mandato de la fuerza de la Unión Africana y de la ONU conocida como UNAMID, incluyó en su mandato “realizar un seguimiento de la posible presencia del LRA en Darfur”, una cláusula que Sudán intentó bloquear por todos los medios, sin éxito. En cualquier caso, nadie de la UNAMID parece haber realizado ningún esfuerzo por llevar esta parte de su mandato a la práctica, y si un día quisieran hacerlo a lo sumo el ejército sudanés les haría una “visita guiada” que serviría de poco. Sudán comenzó a apoyar al LRA en 1994 y su apoyo continuó durante diez años. Si lo que dice el informe es cierto, hay que pensar que Jartum ha vuelto a las andadas.
Por si fuera poco, la lucha contra el LRA se ha complicado con la toma del poder en Centroáfrica de los rebeldes de la Seleka el pasado 24 de marzo Su líder, Michel Djotodia, primero insistió en la salida inmediata de los soldados ugandeses pero después rectificó y pareció dar a entender que aceptaba su presencia. El caso es que los ugandeses primero dijeron a principios de abril que se iban, para unos días después decir lo contrario y quedarse, con gran regocijo por parte de los habitantes de localidades como Obo y Zemio, de la prefectura de Haut Mbomou, el único lugar de Centroáfrica que se ha librado de los abusos vandálicos de la Seleka. El pasado 18 de abril tres vehículos de esta milicia llegaron a Dembia, el pueblo que sirve de entrada en la prefectura de Haut Mbomou. Allí les esperaban los ugandeses, los cuales hablaron con ellos para hacerles entender que no estaban dispuestos a dejarles pasar. Después de un tenso tira y afloja finalmente la Seleka se dio la media vuelta. Por lo demás, quitar ahora la presión sobre el LRA de Kony sería darle la oportunidad de que pudiera reorganizar sus fuerzas, que aunque menguadas, aún pueden hacer mucho daño. Sobre todo si, como dice este informe, sigue teniendo apoyos del exterior.
Original en : En Clave de África