Lo que empezó ya hace un mes como unas vacaciones de 10 días en Londres, se ha convertido en motivo de preocupación nacional en Nigeria.
El presidente del país, Muhammadu Buhari, ha decidido prolongar indefinidamente su ya tradicional retiro anual aparentemenete por razones médicas. Sin embargo, nadie tiene claro qué le pasa ni cómo de preocupado debería estar el país, ya que Buhari no ha hecho ningún tipo de declaración pública sobre su estado de salud.
En una carta dirigida al Senado filtraba el pasado 5 de Febrero al periódico Premiun Times, Buhari si explicaba con algo más de detalle el motivo de su prolongada ausencia.
«Durante mi retiro, aproveché la oportunudad para hacerme varias revisiones médicas rutinarias y visitar a mis doctores en Londres. Durante estas pruebas, el resultado de uno de los test indicaba que necesitaba una serie de medicamentos y se han concretado nuevas citas médicas para la próxima semana. Por consiguiente, comunico al Distinguido Senado que voy a prolongar mi retiro hasta que los doctores estén seguros de que ciertos factores están controlados. En estas circusntancias, el vicepresidente actuará en mi nombre»
Los nigerianos ya saben como termina este cuento, y no es con un final feliz. En el año 2009, en el entonces presidente Umaru Musa Yar Adua, se trasladó a Arabia Saudi para recibir tratamiento médico dejando en Nigeria un peligroso vacio de poder. Regresó al país en 2010, pero jamás apareció en público de nuevo. Fallecería en mayo del mismo año.
Cabe decir que, a diferencia de lo que sucedió con Yar Dua, Buhari al menos ha cumplido el protocolo legal necesario antes de dejar el país, asegurandose de que sus poderes se transfirieran de inmediato al vicepresidente Yemi Osinbajo que está dirigiendo el país en su ausencia.
Osibanjo se ha ganado los alagos de la población por su aproximación conciliadora a las protestas antigubernamentales en Abuja y Lagos de principios de febrero. El vicepresidente consiguió calmar tensiones al reconocer que las preocupaciones de los manifestantes eran completamente fundadas:
«A todos aquellos protestando en las calles por la situación económica y a todos aquellos que, aunque no lo están haciendo, sienten el dolor de la precariedad económica, os escuchamos. Merecéis una vida decente y estamos trabajando dia y noche para haceros la vida más fácil», dijo el vicepresidente en un comunicado.
De momento, las autoridades competentes siguen afirmando que el estado de salud de Buhari es estable y retomará pronto sus responsabilidades. De vuelta en casa, sin embargo, los nigerianos parecen estar acostumbrándose al gobierno de Osibanjo, cuya popuralidad está en alza a diferencia que la del desaparecido presidente.
Traducido y editado: Sarai de la Mata
Fuente: Daily Maverick
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