Un político del poderoso grupo egipcio de los Hermanos Musulmanes ha expuesto públicamente las divisiones en el grupo, por lo general disciplinado, por su sorprendente decisión de presentarse a la presidencia, incumpliendo la promesa de no hacerlo.
Mohamed Beltagy, director de la oficina de El Cairo del partido Libertad y Justicia de los Hermanos Musulmanes, utilizó su facebook para airear su inquietud por la decisión tomada por el partido el pasado día 31 de marzo, de presentar a Khairat el-Shater, un importante estratega del grupo y empresario multimillonario, como candidato presidencial.
“Es injusto para la nación y para los Hermanos Musulmanes que el grupo lleve solo la responsabilidad de la nación por completo en estos momentos críticos”, escribió Beltagy, añadiendo que había votado contra la decisión, pero que respetaría la mayoría.
El consejo militar que gobierna Egipto, que tomó el poder después de que un levantamiento popular derrocase al presidente Hosni Mubarak, el 11 de febrero de 2011, ha prometido ceder el poder a un presidente electo, para el 1 de julio de este año. La primera ronda de votaciones tendrá lugar el 23 y el 24 de mayo.
Incluso sin haber lanzado formalmente su campaña, Shater es considerado como uno de los favoritos, debido a la influencia de la Hermandad y de su red de base.
SE enfrenta a candidatos islamistas y otros como el ex jefe de la Liga Árabe, Amr Moussa, que había sido considerado como favorito, en las últimas encuestas de opinión, antes de la entrada de Shater.
Para respaldar su argumento, Beltagy apunta las principales instituciones del estado que los Hermanos Musulmanes ya dominan o intentan dominar, una lista que ahora incluye la presidencia.
También constituyen el mayor bloque en las dos cámaras del parlamento, los Hermanos dominan una Asamblea que está elaborando una nueva constitución, provocando que los liberales y los cristianos hayan dimitido en señal de protesta. También demandan que el Consejo expulse al gobierno respaldado por el ejército y les deje liderar uno nuevo.
Los Hermanos han dicho que querían evitar monopolizar las instituciones políticas en el nuevo Egipto, pero ahora han hecho enfadar a algunos votantes y políticos rivales, al no haber cumplido sus promesas.
El control por parte de los Hermanos Musulmanes de las instituciones del estado presentará ante este grupo, que una vez estuvo prohibido, el enorme desafío de arreglar ellos solos la maltrecha economía y cumplir con las altísimas expectativas de los votantes, además de cargar con la mayor parte de la culpa por cualquier fracaso.
Votación reñida
La votación en la shura [método islámico de toma de decisiones], o consejo asesor, de los Hermanos Musulmanes, estuvo reñida, según los miembros. Dos rondas de votaciones resultaron en contra de presentar un candidato, pero una tercera salió a favor, por el estrecho margen de 54 frente a 52.
El consejo Shura tiene 127 miembrod, incluido Beltagy, pero no todos asistieron a la reunión.
El guía de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, indicó que se habían producido divisiones, pero dijo que los miembros finalmente habían respaldado la decisión. “Aquellos que inicialmente estaban contra la decisión, ahora la apoyan”, explicó.
Otros islamistas también han expresado sus dudas, pero los comentarios públicos se han limitado principalmente a antiguos miembros de los Hermanos o a aquellos de fuera del grupo.
La Hermandad, fundada en 1928, normalmente mantiene una imagen pública de unidad. Un miembro, Abdel Moneim Abol Fotoh, que dijo que se presentaría a la presidencia, cuando el grupo todavía prometía que no presentaría candidato, fue expulsado de la hermandad, el año pasado. Ahora está entre los rivales de Shater.
(News 24, 03-04-12)
