El del Islam es un campo inmenso. En estas páginas me ha parecido oportuno hablar de la diversidad dentro del Islam. Está plasmada en los 43 nombres resaltados en negrilla, pertenecientes a ramas y tendencias diferentes dentro del Islam. Diferencias y discrepancias comenzaron enseguida tras la muerte de Mohamed, y han influido en las divisiones ocurridas posteriormente, también en las de nuestros días. Hay que tenerlas en cuenta para comprender, por ejemplo, el papel que los musulmanes juegan, y padecen, en los conflictos del Medio Oriente; la posibilidad de que el Islam evolucione y haga las paces con la Modernidad; y el papel de los intelectuales musulmanes más abiertos en esa evolución. Habría otras maneras más “lógicas” de abordar el estudio del Islam: contenidos de la fe y de la práctica del Islam; el profeta Mohamed y los otros profetas del Islam, incluyendo entre ellos a Jesús; el Corán y la Tradición (Sunna) como referentes fundamentales del Islam; jurisprudencia y teología musulmanas; historia del Islam y de su cultura; antropología musulmana con referencia a la posición de la mujer en la sociedad, etc. He escogido hablar de diferencias y divisiones por tres motivos. Porque pueden servir como introducción a los otros temas mencionados. Para contrarrestar también la tentación, bastante extendida, de meter a todos los musulmanes (o a todos los cristianos, hindúes, budistas o ateos) en el mismo saco. Y porque sobre los temas mencionados ya existe una abundante literatura que el lector interesado podrá trabajar por su cuenta.
Ramón Echeverría
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