Las fuerzas de seguridad de Camerún utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a miles de seguidores de la oposición que se manifestaban en la capital comercial del país, el día 6 de noviembre, para protestar contra el presidente Paul Biya, que cumple ahora 30 años en el poder, según han explicado los testigos.
Biya, de 79 años, ha mantenido Camerún, país productor de petróleo y uno de los mayores productores de cacao, en un estado de relativa estabilidad, en un región bastante volátil, aunque sus críticos dicen que algunas veces lo ha hecho a expensas de la democracia.
Ganó las últimas elecciones, en octubre de 2011, con el 78% de los votos, obteniendo el sexto mandato, pero los partidos de la oposición denunciaron el fraude electoral.
Los seguidores de la oposición se congregaron en la vía pública de Duala para recordar el 30 aniversario del ascenso de Biya al poder, cuando la policía y los gendarmes cargaron contra la multitud, dispersándola con gas lacrimógeno, según relata Jean Michel Nintcheu, un miembro de la oposición en el parlamento. “Acabábamos de comenzar la marcha pacífica cuando un gran número de policías muy armados desplegados por el represivo régimen de Biya utilizaron un cañón de agua, gas lacrimógeno y otras armas para dispersar y brutalizar a miles de activistas”, declaró Nintcheu por teléfono desde Douala. “Lo que nos ha pasado aquí en Douala representa lo que ha soportado Camerún durante sus 30 años en el poder”.
El parlamentario de la oposición dijo que varios observadores y periodistas que asistieron al evento también fueron apaleados por las fuerzas de seguridad. Solomon Amabo Atanga, un periodista que trabaja para un grupo de medios independiente, con sede en Douala, calcula que había más de mil personas y que habían bloqueado el tráfico de una gran parte de la ciudad. Según él, un periodista de otro medio había resultado herido por la policía, “la policía y los gendarmes, en uniforme de combate no solo lo brutalizaron a él, sino que también confiscaron mi teléfono y el de otros cuatro colegas, y una cámara digital de otro, que estaba sacando fotos del incidente”, contó Atanga.
(African News Agency, 07-11-12)