Granadas de aturdimiento y balas de goma es lo que utilizó la policía hoy para dispersar a una multitud de trabajadores que protestaba frente a la entrada de una de las minas de platino más importantes de Sudáfrica.
En un comunicado emitido por la policía, cerca de 3.000 trabajadores bloqueaban la entrada a la mina de los colegas que no habían adherido a una huelga que se había convocado el mes pasado con el objetivo para obtener aumentos salariales. El hecho ocurrió en las afueras de Rustenburg, en la Provincia Noroccidental, en un yacimiento concesionado a la multinacional Anglo American Platinum (Amplats).
Estos son los primeros incidentes desde que comenzó la huelga, convocada por la Association of Mineworkers and Construction Union (AMCU) para pedir aumentos salariales superiores al 100%, es decir, hasta 12.500 rands al mes (850 euros). Los disturbios confirman que las tensiones en el llamado cinturón de platino se están agudizando. Un dato confirmado por el anuncio de Amplats de que realizaría por lo menos 1.400 despidos, debido a la disminución de la producción de las últimas semanas.
El año pasado, la multinacional, el mayor productor mundial de platino, ya había llevado a cabo una “reorganización”, que costó miles de puestos de trabajo. Esta es otra señal negativa para Sudáfrica, después de la violencia que caracterizaron las huelgas de 2012 y, en particular, la masacre que realizó la policía contra 34 mineros que protestaban cerca de los yacimientos de platino de Marikana.
MISNA